Eros se manifiesta a diario. Ciertas personas necesitan guiarse por un sencillo programa de mano (libre)
jueves, 31 de diciembre de 2020
2020
sábado, 19 de diciembre de 2020
Vento
martes, 8 de diciembre de 2020
Vida tras las ventanas
lunes, 30 de noviembre de 2020
Chuvia
Chuvia
Escoito chover,
mañanciña escura é,
Doces sospiros
fóra bágoas van
e veñen, amor,
frea, corazón!
Monótono son
soa outra vez.
A chuvia cae;
auga e paixón.
jueves, 19 de noviembre de 2020
Jugar la partida
martes, 10 de noviembre de 2020
Sin máscara
SIN MÁSCARA
Dame tú, alma, lo que la realidad
destruye. Conserva la melodía
que escuchamos a solas y en silencio
en el rincón de paz que compartimos.
Nunca permitas, alma, que abandone
el sendero en el que escriben mis pasos
la verdad, aunque se adentre en la noche
y llegue una vez más a desvelarnos.
Derriba sin piedad el edificio
que mi falso equilibrio muestra al mundo,
déjame inerme, exígeme que sea
vástago tuyo también en el dolor.
Saberte siempre cerca es suficiente
para sentir la vida en las entrañas
como un fuego tenaz, como un cuchillo
que separa la luz de las tinieblas.
Protégenos de los disfraces, alma,
rompe la malla, quiebra la máscara
de todo lo que muere o se pervierte
–sin llegar a ser nada– cada día.
Alfredo Buxán: La transparencia.(Cuadernos de Niebla, 3)
sábado, 31 de octubre de 2020
Empujar la puerta
UNA CASA
Tu
lado de la cama ya no tiene fronteras.
Si
acaso, es un abismo o un mar inabarcable.
Me
pierdo en él como un explorador en el desierto.
En
todo lo demás, como si fueras su dueña,
también
te reconoce la guarida: el hueco
de
tu cabeza en la almohada,
los
calcetines rojos,
como
dos jilgueros ateridos en la alfombra,
la
leche cortada en la nevera,
tu
luz en el espejo,
mis
manos empeñadas en no perder la estela
que
las tuyas dejaron en el borde de la mesa,
los
tímidos poemas que escribieron
tus
caderas acercándose lentas,
con
ritmo de marea.
El mundo está bien hecho
y
la vida te espera detrás de cada esquina.
Tú
empuja solamente la puerta cuando llegues.
Alfredo Buxán: Lugar de las hogueras. (2020).
Colección La Garza Roja
domingo, 25 de octubre de 2020
Non vou negalo
Non vou negalo, non.
No lo voy a negar, no.
Cuando una siente un aliento gélido en la nuca, los
colmillos de la ansiedad royendo ante lo gris de la incertidumbre plena y
diaria de este momento vital que nos está tocando aceptar; ante la ceniza del
desvaído horizonte, cuando ni horizonte se vislumbra, entonces, sí, sobre todo
entonces, una siente que no hay lugar más hermoso en el mundo (el lugar más
adecuado y conveniente para revivir) que enroscada entre tus largas piernas,
hablándote bajito a la oreja bajo el cálido edredón. Entrelazados, calientes y
amorosos. Vivos.
Solo así una siente que vence al Mal, al malestar, al
mal de perder la opción de sentir, de hacer bailar las sábanas, de hacer arder
el edredón de plumas.
La vida es posible bajo la colcha, enroscados los dos.
Sí, mi niño, quiero enroscarme entre tus piernas, y susurrarte cositas en la
oreja.
Sentir, vencer a la muerte entre tus piernas, sobre tu
pecho. Ya.
domingo, 18 de octubre de 2020
Borrar el disco duro
OTRA Y LA MISMA
Hagamos
una cosa. Borrar el disco duro
―hace
ya muchos años lo llamaban olvido―
y
empezar otra vida cada cual por su lado.
Tú,
irradiando belleza; yo bebiéndola toda
con
los ojos abiertos. No me importa que duela.
Esta
vez ―no te alarmes― sin tropezarnos nunca.
Irás
siempre con aire de muchacha desnuda,
segura
de ti misma, la que se lleva el fuego
cada
vez que respira.
Yo me iré
hacia el origen
del
que nunca me aparto: una huella en la
arena,
esa
luna que tiembla, la luz de ese guijarro
bañado
por las olas cada vez que amanece.
El
niño que te mira con los pies en el agua.
Alfredo Buxán: Lugar de las hogueras. (2020).
Colección La Garza Roja