domingo, 29 de diciembre de 2024

La Luz


No es tanto la negrura lo que nos atenaza, ni siquiera el dolor, es el miedo, el miedo a perder hasta lo que todavía no tienes.
El miedo tiene tonalidades. El miedo al miedo es el peor.
Y dentro del ciclo de la vida también hay repeticiones casuales (o no). Unos se van dejando hueco negro de dolor que a veces se rellena e ilumina con la luz de los que llegan.
La luz. Luz. LUX MUNDI. 
Ojalá me llegue y llene tu luz, meu meniño. ¡Tenemos tanto amor que ofrecerte! 
¡Ya te estoy queriendo! ¡Ven con tu luz!

Uol Free
NADAL 2024

domingo, 1 de diciembre de 2024

Silencio no val


SILENCIO NO VAL
Vexo desde a ventá unha ducia de chemineas a botar fume. Lembro o dito galego: casa fumegando, casa habitando. Certo que hai xente vivindo nesas casas, pero non se aprecia unha alma polas rúas, pola estrada. Que sucederá dentro desas casas nesta mañá de domingo invernal? Os velliños vendo a Santa Misa que retransmiten pola TV; a muller maior da casa preparando as viandas, que é domingo e sempre se pon na mesa algo máis elaborado, que pola semana non hai tempo, que hai que saír pitando no coche para ir traballar na cidade. O home, sabe Deus!, seguro que no único bar da aldea, xa botando un viño a 2 euros e pico, como encareceu a vida! Hai nenos? Se hai algún (en singular) estará co móbil ou coa tableta buscado palabras sucias, aínda que non lle fai falta, xa lle saltan os espantosos vídeos por non sei que cousa dos algorritmos. As casas, aínda que alberguen vidas, están en silencio, cada un no seu cuarto, ou todos xuntos pero sen falar, cadaquén coa vista posta nun aparello que solta unha luz azulada que nos deslumbra, que nos hipnotiza, que nos aparva e aílla.

Miro pola fiestra, a xanela, a ventá. Vexo chemineas fumegando, porque pese a que haxa calefacción de gasoil ou de pellets, aquí tense lareira ou cociña de ferro, a vella bilbaína, e préndese o lume no inverno, non se diga que non é casa habitada. Ninguén observa a fermosa paisaxe, árbores agochadas entre veos de néboa e brétema.

Eu miro pola fiestra e unha bágoa esvara pola fazula.

Gastarei algún día as bágoas?

Uol Free


jueves, 14 de noviembre de 2024

Tattoos

 


- Lo único positivo de no ligar ahora es no tener que descubrir  serpientes, dragones, cruces, cristos y vírgenes cuando se sacan la camiseta.

- A mí me da un parraque.

- Jajajaja

Uol

domingo, 18 de agosto de 2024

Falaz


Hacía tiempo que su ropa era un disfraz. Acaso antes lo definía, ahora era ya costumbre, hábito en los dos sentidos de la palabra. De este modo seguía atrayendo a la abeja incauta, deseosa de libar. Nada es lo que fue, pero uno no puede evitar caer en la rutina, es más cómodo que cambiar, que modificar los usos. 
Y allí seguía, con su impasible embuste, ajeno al fraude al que atraía.


Falaz: Que halaga y atrae con falsas apariencias.

Uol Free

jueves, 25 de julio de 2024

Aludida

 - ¡Mira que le echo cebos, pero siempre me escribe comentarios quien no me interesa! La otra nunca se da por aludida.
- Por eso yo me fui a negro.
- La misma mierda de siempre.
- ¿Pedimos otra?
- Muy fría, por favor.








jueves, 18 de abril de 2024

Que no te pille por sorpresa

 


A mitad de la vida

uno debería poder

encamarse con su memoria

una mitad para entender

una mitad para contar

es un buen acuerdo


pero si te dieron por muerto

si resucitaste por milagro

a mitad de la vida

si cuando tendrías que ser más sabio

has perdido

la facultad de nombrar

porque no distingues ya la virtud

del vicio, la verdad

de la mentira,

porque demasiadas veces

has visto cómo intercambiaban

sus motes,

cómo se parecen

sus máscaras mortuorias,

entonces


tienes trabajo todavía

armar un arca

introducir en ella

una a una las parejas de palabras

con sus significados nuevos

para que el diluvio

si otra vez llega

no te pille por sorpresa.


Gloria Trinidad: Libro de la niebla

Ediciones Amargord, Madrid, 2013.

lunes, 8 de abril de 2024

Cuando te vas...




La inercia
es una extraña propiedad de la materia.
Cuando te vas, por ejemplo,
el aire conserva el calor de tu cuerpo
durante un rato,
así como la arena guarda toda la noche
la tibieza triste del sol.
Cuando te vas,
para seguir con el mismo ejemplo,
mis manos persisten en la caricia,
a pesar de que ya no hay piel que acariciar,
tan sólo la osamenta del recuerdo
descomponiéndose
en el hueco de la escalera.
Cuando te vas,
dejas atrás un tú invisible
adherido a las cosas más pequeñas:
quizás un cabello en la almohada,
una mirada que se ha enredado
en los tirantes del deseo,
una huella de saliva
en las comisuras del sofá,
una molécula de ternura
en el plato de la ducha.
No es difícil encontrarte:
el amor me sirve de lupa.


Gemma Gorga