Enfadado:
− ¡Son un cóctel de hormonas!
− Sí, a veces te embriagan, otras te ciegan; en ocasiones te hacen delirar e incluso vomitar. Pero aquí estamos, apurando el vaso.
− ¡Son un cóctel de hormonas!
− Sí, a veces te embriagan, otras te ciegan; en ocasiones te hacen delirar e incluso vomitar. Pero aquí estamos, apurando el vaso.
Hombres en barra de bar |
Claudicación.1. f. Acción y efecto de claudicar.
Claudicar.
1. intr. Acabar por ceder a una presión o una tentación.
Uol Free
Esa es una conversación que nunca tendría.
ResponderEliminar¿Un coctel de hormonas?
Que hablan ¿de un adolescente?
La autora poetiza (nuevamente). Una virtud que ellas sí tienen y la cerveza no es que le rompen a uno la cabeza. No diré que sea algo del todo desagradable (no soy bebedor).
ResponderEliminarJajaja! Un cóctel de hormonas!!! Es verdad, un poco somos...
ResponderEliminarLo peor es la resaca.
ResponderEliminarAunque dicen que tomando otro poco se pasa mejor.
¿Comparan a las mujeres con la bebida?
ResponderEliminarYo también puedo hacerlo: me he vuelto abstemia a la fuerza, pero tengo ganas de hartarme y beber hasta perder la cabeza! Un vaso detrás de otro, me da igual que sea la misma bebida o no (por aquello que dicen "que no es bueno mezclar"), pero acabar perdiendo los sentidos, después de haberlos disfrutado.
Guille,tú eres una rara avis. La mayoría de los hombres se escudan en la biología en vez de asumir que no captan los matices de la sutileza femenina.
ResponderEliminarAlonso, no poetizo, qué más quisiera; te remito a lo dicho a Guille. Lo que no alcanzáis a comprender lo reducís a problemas hormonales :P (Aunque tengáis que apurar el vaSO del dolor).
ResponderEliminarpd: ¿Vas a dejarte ver?
Eva, pero de cómo estamos hechas no tenemos nosotras culpa.
ResponderEliminar¡A reclamar al maestro armero, chicos!
Belkis, dicen que somos un cóctel de hormonas como podían decir que somos granadas de mano con espita ligera. Pero tú bebe, hija mía, mezcla a más no poder, que puestos a decir tópicos ahí va otro:
Los hombres son como los autobuses: pasa uno cada cinco minutos; a veces, se retrasan, pero siempre acaban pasando. :P
Torpemán, en el fondo eres un atrevido. Di que sí, a insistir en el conocimiento femenino (sé que las mujeres son tu vocación y deseas sacramentarte). Vas por buen camino.
ResponderEliminarNada de vaso del dolor. Para mí -que no soy bebedor, ya digo- es un vaso gustoso.
ResponderEliminarPS: ¿Más aún?
Así, sin miedo ja ja ja.
ResponderEliminarPD: Me siento como el modelo de mi relato homónimo, me intriga saber qué guardas y ocultas afanosamente. Pero me aguanto. :)
Julio, encantada de que te unas a nosotros.
ResponderEliminarP.S.: ¿Cuál es ese relato? Me gustaría leerlo.
ResponderEliminarSe titula El Modelo y lo puedes buscar en este mismo blog, arriba a la izquierda pones el título en el buscador y ya va directamente a él.
ResponderEliminarYa me dirás...