Marco Hietala |
Cuando lo vi, pensé en mesetas áridas arrasadas por el viento gélido; en glaciares y cascadas congeladas. Pero sobre todo y por encima de todo, vi en él la vívida representación de un elfo juguetón.
Busqué fotos, visioné
actuaciones. En todas aparecía él, con su largo pelo lacio, dorado; con su
barba trenzada, su mirada ahora seria, ahora pícara. Pero no es islandés, es
finés. Da igual, quién sabe si sus ancestros llegaron desde la isla congelada a
tierra firme. Un elfo dorado de apellido helado. No es descabellado.
Busqué su biografía. ¿Qué será tener un papá como él? ¿Que te vaya a recoger al cole un elfo dorado que encima toca la guitarra?
Miro sus fotos públicas, comparo edades. No puedo dejar de mirarlo. Y vuelven a mi mente los lagos, los bosques húmedos, lava petrificada, los fiordos... los últimos rayos de sol antes del ocaso ocultándose en su cabellera rubia. Ese sol frío. ¿Puede una persona encarnar un paisaje, un clima, un país?
Eso es para mí Marco Hietala, una isla helada en el mapa, una emoción, una luz suave, un deseo de tocar ese cabello, de trenzar esa barba.
Irracional, lo sé.
Uol
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión me interesa. Es tuya.