lunes, 27 de julio de 2015

Parecidos



Alguien con un rostro semejante al mío circula no lejos de mí; de hecho en mi misma ciudad. Nunca me la he encontrado cara a cara. No forma parte de mi familia, no comparte mis genes, o quizás sí, quién sabe por qué vericuetos bisabuelos, abuelos, tíos, tíos abuelos estuvieron por ahí vertiendo su simiente antes de la aparición de la prueba del ADN. Pero lo más probable es que sea una casualidad genética: hay rasgos que se repiten, a veces en idénticas combinaciones. ¿No os habéis fijado que determinado tipo de nariz va unida a una barbilla prominente? O que la falta de barbilla y los ojos saltones casualmente se repiten. O ciertos gestos de boca, pómulos altos, nariz respingona...

Así que no es nada inusitado parecerse a alguien. Claro que igual que existen personas que consiguen ver formas en cualquier objeto (pareidolia se llama esta habilidad), hay otras que nunca le ven parecido a nada, son incapaces de hallar la similitud; posiblemente les cueste encontrar las diferencias en el típico pasatiempo, o unir puntos de continuidad. Yo me encuentro con parecidos muy a menudo, veo gestos repetidos en gente anónima que me encuentro por la calle en mi rutina diaria, en locales de ocio, en ciudades distintas... A veces me gustaría poder decirles, oye, tengo yo una amiga que se parece a ti, o, una chica que trabaja en la tienda de telefonía de mi barrio es clavada a ti. Pero nunca lo hago. Porque estoy segura de que ellos no verían el parecido, buscan una semejanza total, y no es eso, no son gemelas.

La primera vez que vi en pantalla a Eva Green pensé en una Charlotte Rampling joven: los mismos párpados pesados, caídos, los ojos rasgados y verdes. Y pensé que Eva podría ya saber cómo será de vieja (muy guapa, por cierto, ay, Charlotte, qué impresión Portero de Noche, tengo pendiente una entrada sobre algún aspecto de esa peli y de ti que ahora se me pierde).


Charlotte Rampling


¿Y qué me decís de Aida Folch y Mireia Canalda? 


¿No podrían encarnar a dos hermanas en una serie o film  Sara Miquel y Najwa Nimri?




Yo, por si acaso, no he ido a comprobar si mi doble se parece realmente a mí.

Uol

2 comentarios:

  1. E cal é a razón pola que non queres coñecer á tua (suposta) doble?.
    Podedes trabar amizade e compartir segredos...ata acabar sendo máis semellantes aínda.

    Bicos xemelgos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ai, Chousiña, non hai ninguén igual a min, que decepción se a houbese, que a miña nai dixo que comigo romperon o molde. ;p

      Bicos diferenciadores.
      E boas vacacións!

      Eliminar

Tu opinión me interesa. Es tuya.