Alguien con un rostro
semejante al mío circula no lejos de mí; de hecho en mi misma ciudad. Nunca me
la he encontrado cara a cara. No forma parte de mi familia, no comparte mis
genes, o quizás sí, quién sabe por qué vericuetos bisabuelos, abuelos, tíos,
tíos abuelos estuvieron por ahí vertiendo su simiente antes de la aparición de
la prueba del ADN. Pero lo más probable es que sea una casualidad genética: hay
rasgos que se repiten, a veces en idénticas combinaciones. ¿No os habéis fijado
que determinado tipo de nariz va unida a una barbilla prominente? O que la
falta de barbilla y los ojos saltones casualmente se repiten. O ciertos gestos
de boca, pómulos altos, nariz respingona...
Así que no es nada
inusitado parecerse a alguien. Claro que igual que existen personas que consiguen
ver formas en cualquier objeto (pareidolia se
llama esta habilidad), hay otras que nunca le ven parecido a nada, son incapaces
de hallar la similitud; posiblemente les cueste encontrar las diferencias en el
típico pasatiempo, o unir puntos de continuidad. Yo me encuentro con parecidos muy
a menudo, veo gestos repetidos en gente anónima que me encuentro por la calle
en mi rutina diaria, en locales de ocio, en ciudades distintas... A veces me gustaría
poder decirles, oye, tengo yo una amiga
que se parece a ti, o, una chica que
trabaja en la tienda de telefonía de mi barrio es clavada a ti. Pero nunca
lo hago. Porque estoy segura de que ellos no verían el parecido, buscan una
semejanza total, y no es eso, no son gemelas.
La primera vez que vi en pantalla a Eva Green pensé en una Charlotte Rampling joven: los mismos párpados pesados, caídos, los ojos rasgados y verdes. Y pensé que Eva podría ya saber cómo será de vieja (muy guapa, por cierto, ay, Charlotte, qué impresión Portero de Noche, tengo pendiente una entrada sobre algún aspecto de esa peli y de ti que ahora se me pierde).
La primera vez que vi en pantalla a Eva Green pensé en una Charlotte Rampling joven: los mismos párpados pesados, caídos, los ojos rasgados y verdes. Y pensé que Eva podría ya saber cómo será de vieja (muy guapa, por cierto, ay, Charlotte, qué impresión Portero de Noche, tengo pendiente una entrada sobre algún aspecto de esa peli y de ti que ahora se me pierde).
Charlotte Rampling |
¿Y qué me decís de Aida
Folch y Mireia Canalda?
¿No podrían encarnar a dos hermanas en una serie o film Sara Miquel y Najwa Nimri?
Yo, por si acaso, no he
ido a comprobar si mi doble se parece realmente a mí.
Uol
E cal é a razón pola que non queres coñecer á tua (suposta) doble?.
ResponderEliminarPodedes trabar amizade e compartir segredos...ata acabar sendo máis semellantes aínda.
Bicos xemelgos
Ai, Chousiña, non hai ninguén igual a min, que decepción se a houbese, que a miña nai dixo que comigo romperon o molde. ;p
EliminarBicos diferenciadores.
E boas vacacións!