sábado, 26 de julio de 2014

Rojo

Simply Red

Detenida en un semáforo, vi por el retrovisor que el conductor de atrás me miraba con la boca abierta.

Lo que él no sabía es que en el habitáculo en el que viajo encerrada sonaba mi rojo favorito, y mis saltos sobre el asiento con los brazos al aire tenían cabal justificación.


Uol

2 comentarios:

  1. La singularidad es siempre sospechosa en esta sociedad que se y nos pretende monocolor.
    Pensar y actuar sin miedo al qué dirán es peligroso a ojos del gran hermano
    Un abrazo

    ResponderEliminar

Tu opinión me interesa. Es tuya.