Hay quien lo hace físicamente y quien lo hace con la mente. Todos los días. A todas horas. Viajar a ese sitio donde la vida no es perfecta, simplemente ES. Un mundo paralelo donde las hojas son violetas, al violín le brotan hiedras mientras es tañido y un saltimbanqui vuela, se eleva, goza.
Mi temor es quedarme prendida en ese mundo para siempre. No desear retornar a esta dimensión, negarme a regresar, a volver.
Pero después me asalta una duda: si la vida es vuelo, ¿dónde posarse?
Pero después me asalta una duda: si la vida es vuelo, ¿dónde posarse?
Vídeo: HEADWAY ( Nicolas ROMIEU - Yohann GRIGNOU )
Cando se acada o grao de voadora...o que te preguntas é ¿vou perder o tempo pousándome?
ResponderEliminarBiquiños de anduriña.
Mágoa non ter tanta autonomía de voo!
EliminarBicos saltaríns.
Hay que seguir siempre lo que nos dicta ese músculo que tenemos en lado izquierdo del pecho.
ResponderEliminarBicos.
Siempre está en plena lucha con la Razón.
EliminarBicos primaverales!
Cuando uno es capaz de volar, también lo es para encontrar ese lugar donde posarse para de nuevo coger aire, y… volver a desplegar las alas… Así es el deambular de la vida, y los sueños…
ResponderEliminarBello e inspirador, querida amiga.
Bsoss y abrazos, y feliz tarde! 😘
Bienaventurados los que encuentran esos lugares!
EliminarFeliz noche!
Y para qué volver, para qué aterrizar si estamos bien volando?
ResponderEliminarYa la vida nos arroja al suelo cuando cree conveniente (no sé para quién ni para qué), a veces de forma muy abrupta.
Feliz noche
Un abrazo
Para qué aterrizar? Pues porque no hemos aprendido a (o nacido para) planear eternamente.
EliminarBicos!