viernes, 8 de julio de 2016

Cobardía



No digas que nunca te han vencido, que la derrota no te ha rozado con su aliento gélido. Porque no es verdad.

Eres cobarde, Lou. Nunca has perdido una batalla porque ante la posible contienda no presentas tus armas, no luchas; tampoco te rindes porque no apareces en el campo de batalla: te retiras antes de la confrontación -dices que porque no merece la pena- dejando a tu oponente desnortado, sin comprender qué ha sucedido con el ejército enemigo que estaba no ha tiempo ante sus puertas apremiando.

Uol

10 comentarios:

  1. Tofos libramos batallas a diario, una más cruentas que otras.
    Pero ni el más aguerrido soldado puede (ni debe) enfrentarse a todos sus enemigos ni luchar en todos los frentes.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. "De valientes está el cementerio lleno", dicen en mi pueblo. Y me encanta cómo lo escribió Bukowski: "Un cobarde es un hombre capaz de prever el futuro. Un valiente es casi siempre un hombre sin imaginación." Lo digo por poner alguna palabra en este espacio blanco. Seguro que esto no tiene nada que ver con por dónde van los tiros.

    Me gustaría saber a qué tipo de situaciones te refieres, Lou. No te veo de ir evitando conversaciones incómodas o retos difíciles. Yo sí que tiendo muy demasiado a evitar discusiones y riesgos.

    Sea lo que sea, ¡ánimo y suerte! Tu sabrás mejor que nadie si vale la pena intentarlo o no.
    Otro abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues aunque no lo creas, huyo de los conflictos más que de la peste. No me incomoda hablar de cualquier tema ( aunque en mi casa no se consideraba apropiado hablar con cualquiera de dinero, política o religión, que eran temas de la esfera privada). Pero no soporto a los polemistas ni a los que cizañan. Huyo.
      Nunca he sido de las que quieren ganar siempre, mucho menos a toda costa. (Para mí en el amor y la guerra no todo vale). De hecho nunca competía porque, evidentemente, no me gusta perder, pero también me incomoda ganar. Cuando gano no me regodeo, le quito importancia. Por eso mismo no soporto que cuando me ganan me lo pasen por los morros, porque yo no lo hago.
      Por esta situación no me gusta competir. Cuando destacaba en algo me implicaba hasta que ya me proponían competir. En ese mismo instante me desentendía.
      Me cuesta pelear por los afectos. Sigo sin entender que haya que competir.
      Abrazos y besos!!

      Eliminar
    2. No sabría decirte si soy como tú en todo eso. No tengo una visión tan clara de mí mismo. En el futbito sí. Compito conmigo, no con los demás. Nunca me burlo de alguien, ni celebro exageradamente un gol, y no suelo quejarme ante un golpe. Sigo jugando. No le grito a nadie, ni exijo que jueguen bien. Creo que cada cual rinde lo que puede. Si me pongo a malas, es porque me fastidia que algún compañero de equipo grite y nos eche las culpas al resto. Entonces sí que discuto, a veces sin demasiado cuidado de no ofender.

      En las redes sociales sí que he tendido a polemizar de vez en cuando. Me he metido bastante con los fans de religiones, tauromaquia, Iker Jiménez, el PP o CR7.

      Eliminar
    3. Me encanta y enamora tu sinceridad, Cristian.
      A mí tampoco me gusta que me griten.
      Y jajaja, comprendo que te metas con quien dices 😉
      PD: he estado escuchando tu selección músical. Ya te comentaré.
      Bico!

      Eliminar
    4. ¡Gracias!
      Me refería a que, hacer una descripción de mi modo de ser, me parece lo más difícil del mundo. Me parece que la gente habla de sí misma con una especie de frases ya hechas, mantras tipo "odio la hipocresía", o "no soporto a la gente egoísta". Pero si te fijas, todos tenemos nuestros momentos de egoísmo y de hipocresía y, en cierto modo, el egoísmo es uno de los sentimientos más fundamentales en un ser vivo. Necesitamos cierto equilibrio entre egoísmo y empatía.
      Si hay algo que sé que no soporto es la chulería.

      Eliminar
    5. Tienes razón, todos somos más o menos egoístas.
      Personas equilibradas existen pocas. Pero no es lo mismo que ser desequilibrado.
      La violencia me aterra, quizás porque sé que si vida estuviese en juego, podría reaccionar con ella. O eso, o dejarme morir por pura desidia, por negación.
      La violencia fruto de la ignorancia me desarbola y me paraliza.
      Bicos!

      Eliminar
  3. No considero lo que expones como cobardía, la verdad. Lo que merece o no la pena no se sabe salvo si se sabe, que entonces se cree.

    Un abrazo :-)

    ResponderEliminar

Tu opinión me interesa. Es tuya.