NOCHE
OSCURA DEL ALMA
Tu carne
Tu carne
tan
desnuda
quieta
en la oscuridad
Tus pechos
dos
temblores
dos
lunas
en medio de la noche
Mis brazos
te rodean
violento
cuerpo a cuerpo
lucha
que sólo acabará
conmigo
sobre ti
conmigo
que me voy enredando en esas algas firmes
húmedas
suaves como tentáculos
Hasta que allá
en la calle
se acerque el alba de puntillas
sorbo
una a una tus lágrimas
gozosas
mansamente te lamo
chupo
igual que chuparía
un niño un caramelo
de frambuesa
Tu boca
ahora me sabe a almíbar
ahora
a cortezas amargas de naranja
Veo
a Dios
justo en ese momento en que mi cuerpo
se vacía de golpe entre tus piernas
Dices
(y es muy cierto)
que soy tímido y muy muy indeciso
y que siempre consigo lo que quiero
—lo malo
es que tan sólo quiero
un poco más
de ti
un poco
más
en esta larga noche que se niega a morírsenos
así de cualquier modo
entre las manos
Estoy solo
Amanece
Una campana salta como un gato
sobre todas las cúpulas
las cópulas
y todos los tejados humeantes
La bruma
suelta su pedrería en la ventana
araña
los cristales
y me muerde la espalda con desgana.
quieta
en la oscuridad
Tus pechos
dos
temblores
dos
lunas
en medio de la noche
Mis brazos
te rodean
violento
cuerpo a cuerpo
lucha
que sólo acabará
conmigo
sobre ti
conmigo
que me voy enredando en esas algas firmes
húmedas
suaves como tentáculos
Hasta que allá
en la calle
se acerque el alba de puntillas
sorbo
una a una tus lágrimas
gozosas
mansamente te lamo
chupo
igual que chuparía
un niño un caramelo
de frambuesa
Tu boca
ahora me sabe a almíbar
ahora
a cortezas amargas de naranja
Veo
a Dios
justo en ese momento en que mi cuerpo
se vacía de golpe entre tus piernas
Dices
(y es muy cierto)
que soy tímido y muy muy indeciso
y que siempre consigo lo que quiero
—lo malo
es que tan sólo quiero
un poco más
de ti
un poco
más
en esta larga noche que se niega a morírsenos
así de cualquier modo
entre las manos
Estoy solo
Amanece
Una campana salta como un gato
sobre todas las cúpulas
las cópulas
y todos los tejados humeantes
La bruma
suelta su pedrería en la ventana
araña
los cristales
y me muerde la espalda con desgana.
Muy nutritivo el encuentro :)
ResponderEliminar¡Y sabroso!
EliminarVeo a Dios. ¡Qué bonito!
ResponderEliminarToda una experiencia mística jajaja
EliminarSe me han puesto los pelos de punta!!!
ResponderEliminarNo me va excesivamente la poesía pero algunas, como ésta, si me las recitan (y me las creo) me derrito y me entrego...totalmente!
Pues si has sentido eso, la poesía ha logrado su cometido: emocionar, turbar, estremecer, removernos por dentro.
EliminarBss
Vaya! S Juan de la Cruz versionado, pero mucho más sensual y... ¡clarito!
ResponderEliminarSin tanto rodeo ni misticismo!
Abrazos
Si en el fondo los místicos veían a Dios de otra manera, pero lo camuflaban bajo los vaivenes del alma jajaja
EliminarAbrazos