Él
le dijo que era su amarilla.
Y le regaló el libro.
A ella le interesó la parte de la muerte.
Y entonces, como un flash, lo supo.
Hubo tres muertes.
Una madre perdió a su hija-niña.
Una hija-adolescente perdió a su padre.
Una joven perdió a su amiga.
Sólo quedaba perderse ella.
Ésos eran sus temores.
Ya ha sufrido dos pérdidas.
Una queda, no más,
y después, sólo entonces,
ella también partirá.
Quizás sí, quizás él fuera
su amarillo.
Y le regaló el libro.
A ella le interesó la parte de la muerte.
Y entonces, como un flash, lo supo.
Hubo tres muertes.
Una madre perdió a su hija-niña.
Una hija-adolescente perdió a su padre.
Una joven perdió a su amiga.
Sólo quedaba perderse ella.
Ésos eran sus temores.
Ya ha sufrido dos pérdidas.
Una queda, no más,
y después, sólo entonces,
ella también partirá.
Quizás sí, quizás él fuera
su amarillo.
Lou
Amarillos: Dícese de aquellas personas que cambian algún aspecto de tu vida casi sin conocerte. Y, sin saberlo, te dan fuerza para luchar. Se
encuentran entre los amigos y los amores. No es necesario verlos a
menudo ni mantener contacto con ellos. La forma de relacionarse con los
amarillos es el cariño, la caricia y el abrazo. Consigue privilegios que
antes estaban en posesión sólo de la pareja.
Leí el libro hace años, precioso.
ResponderEliminarAunque a mí lo que me llamó la atención fue otra parte, de la que oí hablar al autor en una entrevista en radio(3).
Bienaventurados quiénes cuentan con un amarillo y su cariño, caricias, abrazos...
Un abrazo y gracias por traernos siempre bellas obras reseñadas con tan bellas palabras.
Bueno, yo soy muy escéptica ante estas creencias o conjeturas, pero en ocasiones non es tan importante lo que uno crea sino lo que uno es para otros.
EliminarAbrazos!