Vaya, ya ha llegado,
siempre se me adelanta. Bueno, casi mejor, así podrá ver cómo hago el
calentamiento. Joder, este brebaje sabe a meada de gato, por Dios, ¿qué diantres
le echará Manuela?
Ahhhh... cómo me gusta estirarme en la pelota, pero la verdad es que es un coñazo cargarla en el maletero, siempre me preguntan si soy profesor de Pilates. ¿Tengo pinta de profesor de Pilates? ¡Vaya, espero que no piense eso, que soy profesor de gimnasia de señoras artríticas! Bueno, no sé por qué divago, si ni siquiera sé si se ha fijado en mí, siempre está a su rollo, no parece atender a nada más que a las olas.
No viene ninguna. Mal día para cabalgar. Nenas, nenas, venid a mí, vamos, venid con el nene.
Una, viene una, a por ella, machote. ¿Eh? ¿Qué hace aquel tipo en la playa?
¿Vendrá sólo los fines de semana? Lo vi un miércoles por la tarde, pero era víspera de festivo, así que no cuenta, no sé si lo hace habitualmente; al siguiente miércoles no pude venir, ¡maldita reunión de última hora! y al siguiente ya no lo vi. Desde luego se pasa por aquí los sábados y domingos por la mañana. Es raro, ¿no? Digo, por el domingo, bueno, digo yo, si tuviera pareja, pues... estarían al tajo, o quizás durmiendo hasta tarde. Puede que no tenga rollo fijo. ¡Ojalá no tenga rollo fijo! Bueno, que no tenga rollo.
Allá voy, nena, esta vez te pillé, guauuuu. ¿Eh? ¿Pero qué coño hace? ¿Todo eso para cabalgar unas olas? ¡Menudo numerito está montando!, seguro que hay una cangrejita por ahí y se está luciendo.
¿Me habrá visto? Estoy más en forma que nunca, pero, claro, no sé si va de mi rollo. Va a flipar, esto no lo hace cualquiera: se necesita un control total de los músculos. Como el sexo tántrico: ya estoy llegando al control absoluto del orgasmo sin eyacular. No lo consigo siempre, es cierto, pero ya lo he logrado, no es tan fácil. Lo que no tengo claro es si me gusta más o menos, la verdad. A mí no me importa pringarme, es más, me pirra el pringue, untarnos todos. Pero bueno, si es lo más de lo más...
Puff, sí que debe estar despampanante la tipa para tanto esfuerzo; yo ni loco, vamos, donde estén mis niñas... vamos allá otra vez, mis olas, dadme gusto, nenas.
Bueno, venga, creo que ya me ha visto suficiente, tampoco me quiero pasar. Ahora al agua, quizás debería acercarme, pedirle algún consejo o algo, ¿será muy descarado?
Y ahora se mete al agua sin neopreno, ¡será fantasma el figura!
Ahhhh... cómo me gusta estirarme en la pelota, pero la verdad es que es un coñazo cargarla en el maletero, siempre me preguntan si soy profesor de Pilates. ¿Tengo pinta de profesor de Pilates? ¡Vaya, espero que no piense eso, que soy profesor de gimnasia de señoras artríticas! Bueno, no sé por qué divago, si ni siquiera sé si se ha fijado en mí, siempre está a su rollo, no parece atender a nada más que a las olas.
No viene ninguna. Mal día para cabalgar. Nenas, nenas, venid a mí, vamos, venid con el nene.
Una, viene una, a por ella, machote. ¿Eh? ¿Qué hace aquel tipo en la playa?
¿Vendrá sólo los fines de semana? Lo vi un miércoles por la tarde, pero era víspera de festivo, así que no cuenta, no sé si lo hace habitualmente; al siguiente miércoles no pude venir, ¡maldita reunión de última hora! y al siguiente ya no lo vi. Desde luego se pasa por aquí los sábados y domingos por la mañana. Es raro, ¿no? Digo, por el domingo, bueno, digo yo, si tuviera pareja, pues... estarían al tajo, o quizás durmiendo hasta tarde. Puede que no tenga rollo fijo. ¡Ojalá no tenga rollo fijo! Bueno, que no tenga rollo.
Allá voy, nena, esta vez te pillé, guauuuu. ¿Eh? ¿Pero qué coño hace? ¿Todo eso para cabalgar unas olas? ¡Menudo numerito está montando!, seguro que hay una cangrejita por ahí y se está luciendo.
¿Me habrá visto? Estoy más en forma que nunca, pero, claro, no sé si va de mi rollo. Va a flipar, esto no lo hace cualquiera: se necesita un control total de los músculos. Como el sexo tántrico: ya estoy llegando al control absoluto del orgasmo sin eyacular. No lo consigo siempre, es cierto, pero ya lo he logrado, no es tan fácil. Lo que no tengo claro es si me gusta más o menos, la verdad. A mí no me importa pringarme, es más, me pirra el pringue, untarnos todos. Pero bueno, si es lo más de lo más...
Puff, sí que debe estar despampanante la tipa para tanto esfuerzo; yo ni loco, vamos, donde estén mis niñas... vamos allá otra vez, mis olas, dadme gusto, nenas.
Bueno, venga, creo que ya me ha visto suficiente, tampoco me quiero pasar. Ahora al agua, quizás debería acercarme, pedirle algún consejo o algo, ¿será muy descarado?
Y ahora se mete al agua sin neopreno, ¡será fantasma el figura!
Uol
Jaja, ¡muy bueno! Vale, el escrito también... ¡mucha imaginación la tuya...! Yo es que a los dos segundos me he imaginado otras cosas... directamente con el de la pelotita...
ResponderEliminar¡¡Picarona!! Tendrás que contarnos en detalle esas imaginaciones tuyas :P
EliminarPor cierto, ¿ya no aceptas comentarios en tu blog? :(
Pues claro que si, y los tuyos son siempre bien recibidos!
EliminarDebe de haber habido algún problema.... me habré puesto nerviosa después de ver el chaval... ¡Ja ja, lo acabo de ver de nuevo! y es que yo sólo veo a uno... ¿cuántos dices que hay? claro, es que los vestidos no cuentan...
¡Un besote!
Hace un par de semanas que estaban bloqueados los comentarios en tu blog y tampoco se veían los antiguos, por eso no pude comentar.
Eliminarjajaja, decidí superponer las imágenes y las historias-.
Bss
Ni idea tenía... te echo de menos allí.
EliminarLeo todas tus entradas, pero algo se trastabilló en tu blog, porque no aparecía la opción de comentar.
EliminarY dices que tiene artritis este joven tan majo?
ResponderEliminarPobre! Parece tan sano! No se le nota nada!
Gracias por traernos el mar a este otoño gris.
Un abrazo
Pero, Ulyses, jajaja ¿de dónde sacas que afirme yo tal cosa? La artrosis tardará treinta años en hacer su aparición en el mancebo. Aunque los deportistas de nivel siempre andan con dolorcitos en músculos y huesecillos, la verdad, cuánto sacrificio.
EliminarUn abrazo!
¿No son esos los ejercicios que hacen las señoras artríticas en Pilates?
ResponderEliminarJe je je.
Pero las artríticas son ellas. ¿O es uncomentario de una ancianita, picarón? Bien saben ellas que el profe está cañón.
EliminarFitness at the beach!
ResponderEliminar¡Que me dé una clase!!!
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