La mayoría de los que comentáis aquí conocéis de sobra a nuestro querido bloguero Torpemán. Pero para los que pasáis ocasionalmente os lo presento: él dice de si mismo que relacionarse con los seres humanos no es lo suyo (y en su entrada anterior ha dicho que definitivamente se pasa a la zoofilia, un exagerado, no le creáis). El caso es que pese a lo dicho -y en clara contradicción-, él ofrece consejitos a los chicos para ayudarles a pillar cacho con las hembras y llevarlas al catre con taimadas artes y malévolas intenciones.
Últimamente anda vago y ha pedido colaboraciones, a mí también. Como en el fondo yo estimo a este irónico y cínico Torpe (es nuestro Ignatius J. Reilly hispano, espero que más limpio y aseado), me puse a ello, y siendo yo mujer de brumas, le envié consejitos para que las chicas se echen un buen polvo en los bosques. Por supuesto, lo conocéis, Torpe ilustró a su modo mis consejos :-P, aunque sí que está vago, porque apenas hizo comentarios hirientes (¿significará esto algo? Aleteo de pestañas de Uol)
Si pincháis aquí, veréis de qué hablo, y espero que aprovechéis (pese a Torpe) mis consejos como asesora sexuá.
Besos.
PD: Si pinchais donde pone aquí os remite a una página inexistente. Torpemán decidió en el mes de mayo de 2013 borrar todas las entradas de su blog y medio desaparecer: parece que ahora que es un hombre serio y formal se avergüenza de todo lo que escribió (:P). De paso se ha cargado varias colaboraciones desinteresadas (:P), entre ellas la mía. Como al eliminar el enlace, esta entrada se queda sin sentido, he decidio copiar lo que le envié para su blog, aunque sin las fotos irónicas con las que él adornó mis palabras.
Os dejo, pues, mis consejos para ...
PD: Si pinchais donde pone aquí os remite a una página inexistente. Torpemán decidió en el mes de mayo de 2013 borrar todas las entradas de su blog y medio desaparecer: parece que ahora que es un hombre serio y formal se avergüenza de todo lo que escribió (:P). De paso se ha cargado varias colaboraciones desinteresadas (:P), entre ellas la mía. Como al eliminar el enlace, esta entrada se queda sin sentido, he decidio copiar lo que le envié para su blog, aunque sin las fotos irónicas con las que él adornó mis palabras.
Os dejo, pues, mis consejos para ...
CONSEGUIR UNA FOLLADA
ENTRE EL FOLLAJE
1. Si os pone la idea de
echar un buen polvete en el bosque, lo primero es buscar un bosque. ¿Qué tal
éste? Está de miedo, ¿no? Bueno, es que éste SÍ es MI bosque.
2. Bueno, pues habéis
decidido dar un paseíto por el sendero que cruza el bosque. Bien, ya sé que la
tentación es grande, ya sé que guardáis lujuriosas el disfraz de Caperucita
Roja para las “escenitas” caseras, pero cuando vayas a atravesar un bosque NO
te pongas caperuza roja. Los anuncios de perfumes han hecho mucho daño en este
sentido. Porque aunque tú quieres que te asalte un lobazo (o un lobezno según
los casos), lo más probable es que te encuentres detrás de un tronco no al
lobón sino al bobalicón del pueblo, que los partos caseros con su falta de
oxígeno provocó más de un caso de alelao salido.
Y en cuanto te vea, se pondrá a meneársela sin ni siquiera decirte a que te como tó. Y tú sin sacar
partido. Quedáis advertidas.
3. Otra vestimenta a
evitar si lo que deseas es pillar cacho, es el estilo camuflaje o tabardo verde
musgo. Ya sé que en el Decathlon te has pillado a modélico precio todo el
equipo completo, pero NO. En vez de pillada, puedes acabar cazada, pero con
disparo de escopeta de tres tiros. Cariño, tú quieres que te vea el cazador
garrido, que te abata tras el matorral con el arma a punto, no que te levante
la tapa de los sesos con su escopeta de dos caños. Color verde: prohibido (caso
de suicidas sin valor, consultar aparte).
3. Resuelto el tema
vestuario, la segunda duda es ¿cómo comportarse? ¿Cómo llamar la atención de
los mozos nativos? Sencillo. Prestad atención a la fauna montuna y obrad en consecuencia.
4. Quiero comenzar por
el macho por excelencia, por la fantasía que muchas compartimos: EL LEÑADOR.
Sí, ese hombre con camisa de franela a cuadros rojos y negros, tirantes
(opcionales), pantalón oscuro de dril e imponentes brazos fornidos. El leñador
corta troncos con la misma facilidad que tú rayas zanahorias: en un suspiro. El
leñador porta arma intimidatoria y sientes la justa medida de excitación y
temor ante el tamaño de la herramienta.
El leñador aparenta seriedad y rudeza, pero por lo mismo, ímpetu y bravura. El
leñador es al bosque lo que el torero al coso, aunque no comparemos, que la
camisa a cuadros pone mucho más que la taleguilla y esas mallas cojoneras, ¡no
hay color! Pues lo que tenéis que hacer, mozas, es fingir que sois senderistas
perdidas (imprescindible mochila de atrezzo)
en estado de deshidratación. En cuanto escuchéis el tac-tac del corte del leño
contra el tocón os acercáis pálidas y temblorosas a pedir ayuda. Cuando el buen
mozo acuda en vuestro socorro, fingís un débil desmayo o mareo, y en cuanto os
recoja en sus poderosos brazos, le echáis las manos al cuello y susurráis agua agua y ya le dais un morreo de
padre y señor mío.
5. Ya hemos hablado de
otro macho con arma: EL CAZADOR. Para llamar la atención del cazaconejos, nada mejor que ir con un
vestidito colorido y dar saltitos por el sendero. Una cancioncilla tarareada
también ayuda, porque siempre están silenciosos, escuchando el sutil paso de
sus presas. En cuanto lo veas exclamas, por
dios, ¡qué arma! No me apunte con ella, señor cazador, que soy asustadiza y
frágil. Si lo pillas desprevenido caerá enseguida en tu regazo. Si lo notas
desconfiado, le preguntas peculiaridades de su escopeta, munición y demás. En
cuanto baje la guardia, tú sin piedad, al ataque. Caen todos.
6. El BUSCADOR DE
SETAS. No te olvides la cestita. Tengo yo una entrada en mi blog (http://programademanolibre.blogspot.com.es/2011/10/el-buscador-de-setas.html)
donde explico minuciosamente la manera de pillar cacho con el buscador de
setas. En principio tú crees que es un solitario aburrido que conoce nombres
raros de setas y es un friki de cuidado. ERROR, los buscasetas ven lo que otros no; descubren detalles que otros no
captan, tonalidades, cambios de aromas… ¡imagina lo que puede hacer este
espécimen en tu cuerpo!
7. EL GUARDA FORESTAL.
Nena, reconócelo, cualquier uniforme te pone. Y éste no va a ser menos. Vale
que no es el más llamativo de los que hay, pero un guarda forestal está cachas,
su empleo le exige estar en buena forma física, camina, sube riscos, anda en
moto, en todoterreno; aúna las ventajas del leñador, el cazador y el buscador
de setas. Y, en fin, para las más atrevidas… suelen ir en pareja y se aburren
¿comprendéis?
8. ¿Piensas que sólo
existen en las películas antiguas? Pues no, prepárate para una buena chingada
con EL TRAMPERO. No, no te hagas pajas
mentales, no va vestido como los alimañeros de antes, ni pienses que va tocado
con gorro de piel a lo Davi Crockett, (ya sé que te viene a la mente Billy Bob
Thornton en este papel, pero no). El
trampero porta un cinturón lleno de artilugios que mejor no preguntes para qué
sirven, pero son hábiles con las manos y los dedos. ¿Me sigues? Son fuertotes y
bordean la ilegalidad, así que si te van los malotes… tu animalito follador es
el trampero. Es un empotrador a lo Jason Statham, no te digo más, ya chorreo. A
éste le dices he metido el pie en este
lazo, ven a soltarlo. Él acude y ya lo enlazas tú con las piernas, a
continuación ya te empotra él contra el primer tronco que encuentre,
¡prometido!
9. No chica, no estás
atrapada en un salto espacio-temporal, eso que ves no es un astronauta ni un
extraterrestre, es EL APICULTOR. Bien, éste es de más difícil acceso carnal,
por el traje principalmente. Si no estás segura de que te guste su careto, pues
nada, no le quitas la máscara y ya. A este mozo le gustan las abejitas y los
picotazos, así que dale, dale, puedes mordisquearlo todo lo que quieras. Le
gusta lo dulce, ya sabes, si te gusta embadurnarte en sustancias es tu fulano:
siempre tiene miel a mano.
10. Variante de éste,
aunque menos cultivado, es el RECOGEDOR DE SAVIA o seringueiro, aunque es fauna difícil de encontrar en mi bosque.
Porta cuchillos, cubos y masca tabaco. Sólo para las brutotas, pero no te hará
preguntas, es puro bombeador.
11. EL SENDERISTA
PERDIDO. Esto, ejem, se cree que los mapas topográficos son lo mismo que un
callejero. Una de dos, o es un snob vestido de Coronel Tapiocca o es un
fumado-iluminado. Yo, en fin, me lo pensaría. Pero allá cada una. A veces pasa
días sin lavarse, porque es natural.
12. EL ZORRO. Ya sé que
estáis pensando en una versión espadachina de nuestro anfitrión Torpe (pero con
mejores mañas). Pues NO. Es un astuto y artero hombrecillo que no se come un
rosco por su débil y escurrida constitución, y por ello os llevará al huerto
con taimadas estrategias. La más común: indicaros mal el camino en un desvío o
encrucijada para que os perdáis en la espesura, así cuando os sintáis indefensas
aparecerá dispuesto a salvaros. Si os resistís, es capaz de intentar abusos. Un
guantazo bien dado puede hacerle cambiar de opinión (ya os digo que es un
virulillas).
13. EL PASTOR. Ya no
viste boina ni lleva zurrón, es un zagal del pueblo, un pillín que os ha visto
pasar y ha pensado menuda jamona, ésta pá
mí. Cree que todas las mujeres de ciudad son unas frescas y unas
casquivanas y os esperará en el primer recodo del camino para daros charleta
con preguntas curiosas, pero sus intenciones son arrimar cebolleta a la primera
ocasión. Es el cani de los bosques,
que los hay.
14. EL MULERO. Quedan
pocos, es cierto. No lleva garrota ni alforjas. Pero te ha visto y le has
recordado a sus acémilas, en el fondo es un cariñosón. Claro que sus cariños
consisten en decirte hembra ven pá cá que
te voy clavá la estaca, que no he visto mujé tan guapa. Allá tú.
15. EL CAZADOR DE
MARIPOSAS. ¿A qué no? Pues no.
16. EL LOBISHOME.
Haberlos, haylos. Mala bestia es,
pero no se sobrevive para contarlo.
Y con estos consejitos,
espero que estéis preparadas para pillar cacho cuando os adentréis entre el
ramaje y follaje de los bosques.
Un saludo.
Uol
¿Te conformas con que Ignatius sea más limpio y aseado?
ResponderEliminarLo de la obesidad mórbida, pesima condición fisica y locura latente no son relevantes... vamos bien...
jajajajajjajajajajajajajajajajajaja
Eliminarjajajajajajajjajajajja
jajajajajjajaja
jajajajaja
jajaja
jaja
ja
Vamos de culo...
ainsssss
Pero ¡para el carro, Torpe!, he dicho "estimo y aprecio".
Por cierto, ¿no me preguntas por mi depre?
Caray, Torpe, ¡felicidades! ¡¡¡¡Has alcanzado los 100 comentarios!!!!!
EliminarDe regalo te ha tocado un bono para canjear por el libro "Las mil frases más hirientes de la historia del mundo mundial" del afamado autor Nometoques Loscojones Leche. Con lomo dorado, cubierta de terciopelo rojo y sobrecubierta satinada; decorado con gofrados en seco y oro, y dedicado por el autor.
¡Espero que sea de tu agrado!
Un abrazo de agradecimiento.
No pues buena mancuerna hacen ustedes, jajajaja
ResponderEliminar¡¡Esa mancuerna no hay quien la levante!!!!! jajajaja
EliminarUn gusto tenerte por aquí, Lepis. ¿Cansado de tus estanterias de biblioteca vienes a hojear las revistas de la peluquería? jejeje
Un saludo!
Jajaja, ando seguido por aquí, aunque no siempre dejo recado.
EliminarLa verdad es que soy más de revistas de taller mecánico que de estanterías, pero como que un blog de eso no lo deja a uno con buena imagen.
Ando paseándome porque maldita la hora que se me ocurrió entrar a estudiar de nuevo, necesito distracciones. Tienes buena distracción por acá.
Ah! Los talleres mecánicos de antaño dan para una buena entrada, quizás la escriba.
EliminarUno no deja de estudiar toda su vida. Pero que vengas a distraerte aquí "me llena de orgullo y satisfacción". Como ves nos apreciamos mucho jajaja pero nos lanzamos pullas para que esto no se convierta en melaza jeje.
Saludos!
Cuántas fantasías han despertado las espesuras del bosque...
ResponderEliminar... y si no, que se lo digan a Caperucita.
También películas de terror, no lo olvidemos.
EliminarSaludos!
Allá voy a leerlos...
ResponderEliminarHD
Cada vez me gusta menos el cemento de la ciudad.
ResponderEliminarHola, Simple Blog.
EliminarSí, pero la noche es de la ciudad, con sus cemento, su hierro, sus neones, sus luces blaquiazuladas y rojas, sus pisadas sobre húmedas piedras milenarias, sus tugurios, sus amaneceres espesos y decepcionantes o esperanzados.
El día es el campo.
La noche es la ciudad y la perdición.
En cuanto pueda me pasearé con calma por tu blog.
Un saludo!
Dicen que el buen sexo se cocina con humor.
ResponderEliminarFelicidades, cocinera ;)
Me he reído mucho, que con la que está cayendo…
Besos, Lady Uol.
Ah, pues me alegro mucho. ¡No sabes cómo valoro yo unas buenas carcajadas!
EliminarBss