Tras el Camino, se lo pidió al santo de la barba de piedra, que quería verlo de nuevo, al menos una vez más; quería acariciar ese cuerpo hecho para el pecado y la gloria; sólo una, una vez más. Volver a besarlo, volver a sondear el fondo de sus ojos, volver a acariciar a su Doríforo particular.
Hay silencios pétreos que lo dicen todo.
Uol Free
Uol Free
Apóstol Santiago, Compostela. |
No es Santiago, es Prisciliano =O
ResponderEliminarSupongo que te refieres al enterramiento. No está demostrado que sean los restos de Prisciliano; tampoco los de Santiago. En todo caso, desde el punto de vista religioso ¡importa tan poco! :)
Eliminar