martes, 22 de mayo de 2018

El vientre de un arquitecto


Volver atrás. Recuperar aquellas sensaciones. Quiero. 

Pero ya nada es igual. 

Mis cicatrices no son marcas de nada. Míralas. ¿Para qué sirven? Para nada valen. El precio que pagué por ellas ha sido un despilfarro, qué derroche de sentimientos. Vanos. Todo vano.  Pudriéndose. Efímero. Inerte. 

Mira mis escarificaciones. Tú las hiciste, las diseñaste incluso. ¿Y para qué?  Marcas que ya no significan nada, sin sentido, perdido todo fundamento. Que las borre el viento, hojarasca a su merced, arrebolada, ilusoria. Pero no puede ser, aquí están, indelebles, imborrables, recordándome una y otra vez lo que fui y ya nunca seré. Triste recordatorio de una vida malograda, desperdiciada en sentir lo suficientemente profundo como para ganar una nueva pústula, el estigma que me señala como una estúpida loca que busca en el espejo siquiera el tenue rastro de lo que un día fue la vida.

Uol

Música: Wim Mertens, banda sonora de El vientre de un arquitecto de Peter Greenaway.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu opinión me interesa. Es tuya.