No sé si a los hombres
les pasa, últimamente no hablo de temas muy íntimos con los hombres, están a lo
que están.
Pero lo cierto es que
cuando te llaman para la próxima cita se te pone un nudo en la garganta. La revisión. La ecografía. La mamografía.
No sé si a los hombres les pasa, porque no creo que los llamen sistemáticamente
para hacerse una revisión. Bueno, supongo que la de la próstata: a partir de los
50 años. Pero las mujeres empezamos mucho antes, porque cada vez hay más cáncer
de mama en jóvenes: chicas de apenas 25 años invadidas por este mal. Madres
recién paridas, mujeres que pensaban tener un par de críos. Así que cuando el
médico te dice que ya es hora de hacer una mamografía no te lo tomas a mal,
pero cuando la mamografía te dice que es conveniente revisar cada año porque son
poliquísticas te sorprendes. ¿Mis tetas?― piensas―; pero si mis tetas son
preciosas, feitiñas, xeitosas. ¿Que
tienen quistes? ¿Dónde? ¡Jamás los noté! Y después te dicen que nada, que todo
bien, pero que mejor hacer ecografía cada seis meses. Y así pasa otro par de
años, y de pronto te dicen que hay que
vigilarlas otro par de años más, porque hay microcalcificaciones. Joder joder
joder. ¿Mis tetas? ¿Mis tetas preciosas y mimosas? Ya sé que la visión que los hombres tienen de
las tetas nada tiene que ver con la que tenemos las propietarias. Para la
mayoría de los hombres las tetas femeninas son valoradas en función de su
tamaño (o sea, grandes). A mí las tetazas siempre me han parecido muy animales, no
sé, de hembra, poco elegantes, tetas de nutrir, no de gozar; tetas de difícil
conservación; tetas que quedan bien si usas escotazos, pero horribles al soltar
el sujetador. Es raro lo de las tetas, nunca les di la menor importancia,
nunca me ponía escotes, nunca camisetas ajustadas. Para mí el mayor punto de
atracción estaba en la mirada. Yo sabía si había tema por la mirada. Sabía si
les gustaba por la mirada, por cómo me sostenían la mirada, no por hacia dónde
la dirigían. Ya era veinteañera cuando descubrí que los ojos de los hombres se iban
al escote. Otras mujeres lo aprendieron muy pronto. Sé de alguna que jamás usó
cuello cerrado. No quiero ni imaginar esas tetas desparramadas en la desnudez,
con tanto volumen, tan fellinianas.
Ahora pensaréis, claro, lo dices porque las
tienes pequeñas. No, son a la medida de
mi torso. Yo que sé, las tetas que gustan a los hombres empiezan a ser
tetas irreales, los hombres piensan que las tetas son las operadas, tiesas, que
no se mueven, apuntan al cielo incluso tumbadas. A mí no me gustan esas tetas,
claro que me da igual; a mí me gustan mis tetas; las tetas de las demás me dan
igual, no me erotizan, no soy lesbiana. A lo que iba (Ya sabéis los que me conocéis
que mi cerebro tiende a la digresión,
enlazo temas y temas. ¡Lo que me cuesta disimular cuando hablo con alguien! ¿Se
me nota?), la cuestión es que te
entra un acojone y piensas ¿seré yo la siguiente diagnosticada? Una de cada 8
mujeres. En mi círculo ya ha habido casos. ¿Soy miserable por pensar, me salvaré
en relación a esa estadística? De ocho amigas una tendrá cáncer de mama, ¿seré
yo? ¿Y por qué no iba a ser yo?
Así que hoy es el Día
Mundial contra el Cáncer, en general. Pero las mujeres al pensar en el cáncer pensamos en el
de mama. Es cierto que peor pronóstico tiene el de ovarios o útero, pero como
se habla menos de él, como que te da menos miedo. No fumo, no pienso en el de
pulmón. El de colon se me antoja como de más edad. Y el de páncreas, uf, no
tienes tiempo a decir mú. Pánico me
da quedar parada con un ictus. Sola. En casa.
Este finde emitieron en la tele por la TV2 una peli (La soledad, de Jaime Rosales), en la que la protagonista, la actriz Petra Martínez (qué voz tan peculiar, qué naturalidad, qué cercanía, qué tablas) se moría de un ictus; eso parecía, estaba haciendo la cama y se queda quieta mientras somete la colcha bajo la almohada. No se le ve la cara. El espectador nota que le pasa algo; después se endereza, y acaba doblada y cayéndose al suelo, arrastrando las cobijas. Bueno, parece un final rápido, pero a continuación está un par de minutos moviendo una mano, un pie. ¿Qué siente? ¿Dolor? ¿Es un espasmo? ¡Cuesta tanto morirse! Morir sola. ¿Y si la comen los perros? No tengo perros, es una expresión para decir que morirse solo es bien triste. Aunque la verdad es que todos morimos solos, nadie se muere por nosotros, nadie siente lo que sentiremos nosotros. Esa muerte inesperada puede ayudar a la familia (qué terribles las largas agonías) pero uno ¿se da cuenta? ¿Siente miedo, pánico?
Hoy es el Día Mundial Contra el Cáncer.
A veces me miro la palma de la mano, la línea de la vida está cortada. He mirado la mano de mis parejas: nunca tienen esa línea cortada.
La gente se cura del cáncer. Pero las personas cambian, y no me refiero a físicamente (que también) sino en su carácter. Siempre se dice que valoran de pronto el día a día, los buenos momentos, que aplican el carpe diem. Pero nunca hablan de los que se amargan, de los que vuelcan su tristeza y frustración en los demás, de los que se hacen insensibles. ¿Que le han diagnosticado cáncer? ¿Que es un chico joven? ¿Que pobre familia? Bueno, a todos nos toca. Y te parece que no se conmueven, que se han endurecido. Pero acaso ¿no tienen derecho a no conmoverse? ¡Quién sabe lo que se siente! Pensar en la noche que algo te está royendo por dentro. Para enloquecer.
Debe ser durísimo escuchar ánimo todos los días, escuchar que la actitud es importante, que no debes dejarte hundir, que debes luchar, etc. etc. Como si eso fuese real. A ver, que no nos vendan la moto, lo que te salva es que los apellidos del bicho sean de buena familia y salvables y no los jodidos con boleto premiado y feo. Si te toca el bueno, ya puedes no levantarte de la cama con depresión que te curarás. Si te toca el malo, ya puedes ser Miss Optimista: te jodes.
Dentro de unas semanas debo ir a esa cita. Me van a inspeccionar las tetas. Me pondré, igual que todos los días, mis encajes, pero no mis cremas: no se puede. Durante estas semanas pensaré, como siempre, si la suerte estará de mi lado, o si toda mi vida se ha desarrollado en función del día que me digan: tienes cáncer.
Este finde emitieron en la tele por la TV2 una peli (La soledad, de Jaime Rosales), en la que la protagonista, la actriz Petra Martínez (qué voz tan peculiar, qué naturalidad, qué cercanía, qué tablas) se moría de un ictus; eso parecía, estaba haciendo la cama y se queda quieta mientras somete la colcha bajo la almohada. No se le ve la cara. El espectador nota que le pasa algo; después se endereza, y acaba doblada y cayéndose al suelo, arrastrando las cobijas. Bueno, parece un final rápido, pero a continuación está un par de minutos moviendo una mano, un pie. ¿Qué siente? ¿Dolor? ¿Es un espasmo? ¡Cuesta tanto morirse! Morir sola. ¿Y si la comen los perros? No tengo perros, es una expresión para decir que morirse solo es bien triste. Aunque la verdad es que todos morimos solos, nadie se muere por nosotros, nadie siente lo que sentiremos nosotros. Esa muerte inesperada puede ayudar a la familia (qué terribles las largas agonías) pero uno ¿se da cuenta? ¿Siente miedo, pánico?
Hoy es el Día Mundial Contra el Cáncer.
A veces me miro la palma de la mano, la línea de la vida está cortada. He mirado la mano de mis parejas: nunca tienen esa línea cortada.
La gente se cura del cáncer. Pero las personas cambian, y no me refiero a físicamente (que también) sino en su carácter. Siempre se dice que valoran de pronto el día a día, los buenos momentos, que aplican el carpe diem. Pero nunca hablan de los que se amargan, de los que vuelcan su tristeza y frustración en los demás, de los que se hacen insensibles. ¿Que le han diagnosticado cáncer? ¿Que es un chico joven? ¿Que pobre familia? Bueno, a todos nos toca. Y te parece que no se conmueven, que se han endurecido. Pero acaso ¿no tienen derecho a no conmoverse? ¡Quién sabe lo que se siente! Pensar en la noche que algo te está royendo por dentro. Para enloquecer.
Debe ser durísimo escuchar ánimo todos los días, escuchar que la actitud es importante, que no debes dejarte hundir, que debes luchar, etc. etc. Como si eso fuese real. A ver, que no nos vendan la moto, lo que te salva es que los apellidos del bicho sean de buena familia y salvables y no los jodidos con boleto premiado y feo. Si te toca el bueno, ya puedes no levantarte de la cama con depresión que te curarás. Si te toca el malo, ya puedes ser Miss Optimista: te jodes.
Dentro de unas semanas debo ir a esa cita. Me van a inspeccionar las tetas. Me pondré, igual que todos los días, mis encajes, pero no mis cremas: no se puede. Durante estas semanas pensaré, como siempre, si la suerte estará de mi lado, o si toda mi vida se ha desarrollado en función del día que me digan: tienes cáncer.
Uol
En lo que se aprecia me parecen unos pechos preciosos. La belleza alcanzada por los senos de una mujer ¿no es la gloria más resplandeciente de la evolución de la Humanidad?
ResponderEliminarTe juro que cuando una va a que una máquina le apriete los pechos hasta el dolor no piensa en la belleza ni en la Humanidad. Piensa en que quiere conservarlos hasta que se caigan de puros viejos.
EliminarPero gracias por los ánimos, Pitt Tristán. :D
Saludos!
Espero que todo vaya bien, y no te diagnostiquen nada malo. No creo en la quiromancia. ¿Línea de la vida? y ¿quién inventó eso? La gente cree en "sabiduría milenaria o tradicional", cuando lo tradicional es la especulación sin fundamento. Date cuenta de que un horóscopo se basa en la supuesta influencia de estrellas que se encuentran a años luz de nosotros -algunas a cientos o miles de años luz-, pero no tiene en cuenta los ciclos solares o tormentas solares, provenientes de la estrella que nos calienta cada día, que son infinitamente más susceptibles de podernos influir.
ResponderEliminarCada uno tendrá sus gustos en cuanto al cuerpo femenino. A mí no me resulta importante el tamaño de las tetas. Me atrae una chica si me gusta el rostro y no es gorda. Le doy importancia al culo, pero prácticamente da igual si las tetas son grandes o peques. Otros prefieren tetas grandes aunque el culo también lo sea. A mí me parece horroroso cuando se pasan con tetas operadas, tipo Kate Upton o Pamela Anderson. Rompe la armonía estética del cuerpo.
Gracias por preocuparte, Cristian.Yo también espero que sea una visita rutinaria más.
EliminarEn cuanto a la quiromancia, no es que crea, ya sabes que a mí me gusta curiosear en todo un poco. Y además tengo esa parte meiga que ya sabes... tenemos cierta sensibilidad.
Pero ya sabes mi "teima" con la muerte y las veces que me he escapado de ella. :(
Por último, por suerte somos todos diferentes y tenemos gustos diferentes; por eso, como dice el dicho "Non hai tarteira que non teña a súa tapadeira", que viene a ser "no hay cazuela que no tenga una tapadera". La mía andará por ahí ;)
Bicos!!
Claro, veraz y contundente. Y opino igual que tú; a mí me gustan mis tetas, entre otras cosas porque son mías, parte de mí, y soy yo la que me he de mimar, querer y cuidar, para mi buena salud física y mental. Así que abogo por tu buena visión y actitud, querida amiga.
ResponderEliminarEspero y deseo que la suerte sí esté de tu lado, y que todo salga perfectamente.
Bsoss y brazos enormes.
Gracias, Ginebra Blonde, por los buenos deseos.
EliminarEspero que así sea.
Un abrazo bien fuerte!
He recibido algunos mensajes por privado de personas preocupándose por lo que cuento en esta entrada y dándome ánimos. No la escribí para preocuparos ,¡vaya por Dios! Es que ha coincidido mi revisión con el Día Mundial contra el cáncer y, bueno, me puse a reflexionar sobre el tema al estilo caótico en que lo hago yo.
ResponderEliminarEstoy bien y en cuanto sepa algo os lo comunicaré todo lo jovial que pueda. No sé, algo del estilo "Mis tetiñas están a salvo" :P
Sois un amor! Agradezco vuestras palabras y pensamientos. Me he emocionado un poco y todo , snif
Bicos y abrazos!!
Mucha suerte!
ResponderEliminarDesisto de escribir más desde el móvil, es la tercera vez que pierdo lo escrito.
Abrazo s
Un abrazo, Vlixes.
EliminarGracias!
EliminarBicos!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarA sanidade moito ten que avanzar aínda!. Do mesmo xeito que nunca entendín a necesidade de espetar unha agulla de aceiro nas tenras carnes dun bebé para previr ou curar enfermidades; tamén me custa moito entender a necesidade de esmagar entre metais fríos (aquí a temperatura non é relevante) esa sensible parte do corpo feminino que con tanto mimo e dozura se trata e con delicado e mainiño encaixe se adobía...
ResponderEliminarPolo demais tamén pronostico un diagnóstico saudable cun longo locemento e desfrute (da propietaria e de quen ela lle conceda dereito e regalía) da fermosura glandular.
Bicos (permítaseme hoxe que sexan) mamarios!!!!?
Como está o patio!!
EliminarComo ti mesmo dis, sólo son glándulas, músculo e graxa 😝
Pero xa estou afeito a elas!😕
Os bicos mamarios non chos recollo, que non hai tanta confianza 😂
Polo demais, grazas polos ánimos.
Bicos.😘
¿Qué les puede pasar a unas tetas tan vigiladas?
ResponderEliminarYo creo que hay alguien a quien le enloquecen tus pechos y quiere verlos a menudo, por eso tantas revisiones.
Un abarazo
Hombre, pues espero que no sea la médica, porque es doctora jajajaja
EliminarComo os prometí, debo informaros que, a falta del informe final, parece que todo está bien. La mamografía igual al año pasado; la ecografía indica que los nódulos están estables y ya está.
ResponderEliminarAhora a ver si me dejan ya por una temporada o a repetir en 12 meses.
Gracias por preocuparos!!
Biquiños!
Me alegro de que todo esté bien.
ResponderEliminarSalud!
Feliz fin de semana
Un abrazo
Gracias, Vlixes.
EliminarBuen finde para ti también.
Aquí, pasado por agua 🌧🌬☔⚡