martes, 9 de agosto de 2016

Desmemoria



Sentía  inquietud en el pecho, así que  tomó las medidas para el caso: aflojar los nudos y meandros. Y para eso nada mejor que escuchar música, que no sólo amansa a las fieras sino que alivia las penas y desata las cuerdas que aprietan.

Sabía que aquel disco lograría abrir la espita y soltar la torrentera desde los ojos hasta alcanzar su boca. Puede que entonces pudiera hablar -o escribir- sobre su pena.

Las programó seguidas: Vem, Ao longe o mar, O mar. Miró la portada de aquella Antología de Madredeus. 

Todo puede virar a peor guiado por malos vientos. Extraje la carpeta y apareció por dentro una dedicatoria hermosa, afectiva, rematada con un TQ y una rúbrica ilegible.

Todo puede ir a peor. Y lo fue.

¡Que me maten si sé quién me escribió tamaña dedicatoria! Ni la caligrafía ni el idioma ni la firma coincidían en el tiempo con la persona que  mi recuerdo trajo a mi mente.

Todo puede empeorar.

Y entonces sí que lloré de veras: la congoja, la extrañeza, la zozobra se hicieron dueñas de mi ánimo, y con razón. ¿Cómo evitar la vergonzante desmemoria?

Uol 

Música: Madredeus. Vem. 


 

Madredeus: Ao longe o mar.

 

Madredeus: O Mar. 

 

6 comentarios:

  1. Es que el tiempo está hecho de sal; los recuerdos se van erosionando hasta que de su silueta sólo nos quedan sensaciones y alguna canción. Son las reglas del vivir :)

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    1. La desmemoria se va comiendo todo. Permanecen, como bien dices, sensaciones, canciones, olores y la perfecta recreación que nuestra falsa memoria gestiona.
      Bicos!

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  2. Me perdí... ¿me encuentras?

    Te entristece la desmemoria o no te lo habían dedicado a ti???

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    1. Te has perdido? No creo.
      En todo caso nunca podría encontrarte, orbitas en galaxia inalcanzable para mi nave.

      Sólo tú podrías hacer ese apunte. Y sí, lo pensé, que quizás ese disco era prestado. Pero esa circunstancia choca frontalmente con mi costumbre de devolver SIEMPRE discos y libros. El corazón, las cartas y regalos nunca los devuelvo por la sencilla razón de que no son un préstamo

      Me entristece desengañar a la adolescente que fui, la que escribía en sus diarios que nunca jamás olvidaría a menganito o fulanito. Y sus rostros se desvanecen, y sus nombres se me confunden. Y he olvidado sus aniversarios, si tenían hermanas, su grupo favorito.
      He tenido que desengañar a aquella chiquilla. Y eso duele.
      Bicos

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  3. Es triste olvidar cosas que han sido importantes en un momento de tu vida, pero si las olvidas es porque tu vida ha sido demasiado intensa para recordarlo todo perfectamente. Te han sucedido más cosas importantes de las que la memoria puede albergar, y eso es bueno. Solo una persona que se haya aburrido mucho puede recordar todo lo importante que le ha sucedido con gran detalle.

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    1. :)
      Eso o el Alzheimer galopante :(

      Pero... lo verdaderamente importante no se olvida (hasta que llega el Alzheimer)
      Bicos!

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