jueves, 26 de enero de 2017

Doñas




―Desde que salgo con ella he descubierto que soy torpe, irresponsable, egoísta y holgazán. 
―¡¿Cómo?!
―Está visto que no quiere verme feliz.
―Me recuerda a mi madre.
―Otra buena mujer.

Uol 

Doña: Tratamiento de respeto que se antepone a los nombres de pila femeninos. Proviene del latín domĭnus (propietario o señor), término que también dio origen a la palabra dueña.

viernes, 20 de enero de 2017

Conservar el fuego




El aprendiz del fuego

¿Dónde está aquella lumbre
que tenía la casa caldeada?
¿Eras tú, madre?
¿Eras tú la cocina, el comedor, la sala?
¿Era tan sólo tu alegría
lo que hacía habitable el mundo?

¿Dónde está aquella alfombra,
ese calor, esa limpieza?

¿No los tuve también en otra casa,
en aquella mujer que era un Paseo
de acacias florecidas?
De poco me sirvieron mis estudios
y los trabajos que emprendí.
Como Gogol repito: "tengo frío".

Pero aún no aprendí a conservar el fuego.


José Luis Parra: Inclinándome  Editorial Pre-textos (2012)

domingo, 15 de enero de 2017

Impasible

- Es una mujer-corcho.
- ¿...?
- Siempre sale de todo flotando y depositada suavemente en alguna orilla.
Uol 


Impasible: Adj. Indiferente, imperturbable. Incapaz de padecer o sufrir.


lunes, 9 de enero de 2017

La mujer más deseable del mundo




Resulta irónico y un punto triste comprobar que el hombre del que más me acuerdo no es el que más me quiso ni tampoco el más generoso y detallista; no es el que más se preocupó por mí o me cuidó. No es el más inteligente o aventurero. Ni siquiera el que mejor me folló.


No, el que no puedo olvidar es al que yo más deseé. Porque su deseo recíproco me convertía a mí en la mujer más deseable del mundo.
Uol 
Deseable:  adj. Susceptible o digno de ser deseado.

martes, 3 de enero de 2017

Querer vivir mañana


¡Cómo de entre mis manos te resbalas!
¡Oh cómo te deslizas, edad mía!
¡Qué mudos pasos traes, oh muerte fría,
pues con callado pie todo lo igualas!

Feroz, de tierra el débil muro escalas,
en quien lozana juventud se fía;
mas ya mi corazón del postrer día
atiende el vuelo, sin mirar las alas.

¡Oh condición mortal! ¡Oh dura suerte!
¡Que no puedo querer vivir mañana
sin la pensión de procurar mi muerte!

Cualquier instante de la vida humana
es nueva ejecución con que me advierte
cuán frágil, cuán mísera, cuán vana.


Francisco de Quevedo (Madrid,1580- Villanueva de los Infantes, Ciudad Real,1645)