jueves, 21 de abril de 2016

Escucha a tu corazón



Habréis escuchado, como yo, este consejo en múltiples películas, y no sé si en vuestras vidas, porque a mí nunca nadie me lo ha expresado así. Como mucho me han preguntado, ¿pero tú qué quieres hacer? ¿qué sientes?

Y ése es el problema. 

Haz caso a tu corazón, como si con eso el asunto estuviese arreglado.

Porque si en verdad hay gente que sabe escucharlo y le habla, si le dice qué debe hacer, entonces admiro a esa gente y hasta la envidio.

Porque yo escucho a mi corazón, juro que lo escucho, pero debe ser un tarambana, porque un día me dice olvídalo, no se preocupa por ti, sólo mira por su bien; mira cómo te hace sentir, no estás feliz casi nunca. Y lo escucho y su mensaje me parece diáfano como agua de manantial montañés. Pero al día siguiente mi corazón me dice, ay, recuerda cómo te mira, recuerda qué cosas te dice, recuerda cómo te sientes esplendorosa a su lado, recuerda tu capacidad de amar contra toda adversidad, recuerda que tu vida sigue siendo tuya a pesar de él, que sigues tu camino y que esos momentitos a su lado son impagables, después puedes regresar a tu vida. Y por lo mismo, no sé qué hacer. Haz caso a tu corazón, pero ¿a cuál? ¿al de ayer o al de hoy? ¿A lo que me dijo esta mañana o a lo que sentí hace una semana?


¡Ay!, esos protagonistas de las pelis tienen escrito en el guión -la amiga confidente, la madre consejera, el tío enrollado, el abuelo sabio- cariño, sé tu mismo (otra frase que tiene miga, sé tú mismo, ¿qué coño quiere decir eso? Para mí que salió del mismo libro de autoayuda), haz caso a tu corazón. Hay un dilema, una encrucijada, y hala, la frasecita de las narices, haz caso a tu corazón. Y como por arte de birlibirloque, el aconsejado SABE exactamente qué debe hacer. Por Dios, ¿CÓMO? Que me digan cómo lo hacen.

Mucho me temo que todo eso sea una falacia, un engaño, no se sabe si el sonriente y confiado personaje acertó, exactamente igual a no contar qué sucede después del THE END de las comedias románticas. ¿Funcionó? ¿Fue acertada la decisión? Las pelis nunca lo cuentan. 

Y yo aquí estoy, volviéndome turulata con las dudas de este mi loco corazón, tarambana vocacional, botarate insensato, ahora impetuoso, ahora compasivo. Esperando que alguien me explique cómo SABER, QUÉ hacer.
Uol

8 comentarios:

  1. Interesante :-) Creo que la mayoría de los seres vivos pensantes, esto es, la mayoría del 10% de los humanos, tienen el mismo problema. Después del THE END, los protagonistas se convierten en personas de carne y hueso que se casan quince veces y se ahogan en alcohol en las fiestas de los famosos. Los que no se ahogan en alcohol también se casan quince veces... bueno, hoy en día sólo se arrejuntan. Y tienen problemas, y se sientan en el wc... Lo bonito del cine es que te evade del mundo real, pero el mundo real es aquél donde el corazón puede cambiar de opinión, acelerar su ritmo o estar desmotivado.

    Un beso, guapa :-)

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    1. Pues sí, en la vida real todo son vaivenes. Y dudas.
      Un beso,guapo!

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  2. Nunca se sabe si la solución tomada será la correcta. La duda siempre existe, pero "hacer caso a tu corazón" significa tirar para adelante y, después, asumir las consecuencias. A veces sale bien y a veces saldrá mal, eso es, ni más ni menos la vida.
    Saludos.

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    1. Pues por eso mismo me admira que exista gente que lo tenga tan claro. No me vendría mal dudar menos.

      Saludos, Elvis, y muchas gracias por acercarte a esta vera y comentar.

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  3. No siempre lo que nos dicta nuestra corazón es bueno para nosotros mismos, siendo un poquito egoísta.
    Bicos!

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    1. Pues no, pero a mí quien me boicotea es el cerebro. Joder, y casi siempre tiene razón. Y yo deseo, anhelo, exijo que mi corazón tenga razón. Buaaaaa...
      Bicos soleados!

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  4. Yo también he estado ahí muchas veces. Y cuando me va a explotar la cabeza releo este fragmento de La insoportable levedad del ser:

    "No existe posibilidad alguna de comprobar cual de las decisiones es la mejor, porque no existe comparación alguna. El hombre lo vive todo a la primera y sin preparación. Como si un actor representase su obra sin ningún tipo de ensayo. Pero que valor puede tener la vida si el primer ensayo para vivir es ya la vida misma? Por eso la vida parece un boceto. Pero ni un boceto es la palabra precisa, porque un boceto es siempre un borrador de algo, la preparación para un cuadro, mientras que el boceto que es nuestra vida es un boceto para nada, un borrador sin cuadro."
    ¿No te quita un gran peso de encima? Como no podemos saber si una decisión es buena o mala, no tiene sentido preguntarte qué hubiera sido lo mejor. El acierto o el fracaso está implícito, como en el dilema del gato de Schrödinger. Y lo más importante, no somos seres racionales, sino seres racionalizadores. Al final el 100% de las decisiones las tomamos con el corazón porque no podemos hacer otra cosa sino racionalizar nuestras emociones. ¿Conclusión? Sigue tu corazón, joven padawan... Improvisemos!

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    1. Gracias, der Ronin por acercarte hasta aquí.

      Todo lo que dices es muy cierto, mi parte racional me lo recuerda a diario; no sabemos qué hay en el otro camino, asi que es inútil cuestionarse qué panorama habría allí y si nos gustaría tanto como por el que discurrimos. Pero una cosa es la teoría y otra la práctica jeje

      Tuve que buscar lo del gato de Schrödinger, creo que esa clase me la salté :P Y ya sé por qué jajajaja

      Sigo mi corazón, claro que lo sigo, pero de improvisaciones están las entradas de los blogs llenas jajaja

      Bicos!

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