sábado, 29 de agosto de 2015

Suscripción





SUSCRIPCIÓN

Ámote,
non sei a quen,
pero ámote.
segundavezquemesuscribo:
Se puidera deixarte...
abandonaría a noite
na que entro contigo.

Lupe Gómez Arto: Pornografía. Ed. Positivas (edición de 2012)

martes, 25 de agosto de 2015

El mí y el yo




El mí
no se atrapa con ningún otro mí.

La conciencia es un mí encubierto.

.....

Yo es lo que  acompaña el goteo
de la mente
que a veces destila lenta otras
precipitada.

¿Y la conciencia?
                              De tantas gotas una
                              gota
                              más.

.....

Péndulo. Vaivén que nos sostiene
en equilibrio sobre los husos.
El mí es la constante de sus variaciones.

.....

Lo que del mí
hace al yo: el peso de su historia.
La inercia que conduce
siempre
al mismo punto.
La creencia en el punto.

Chantal Maillard: La herida en la lengua. (2015) Tusquets Editores.

Tamara de Lempicka

jueves, 20 de agosto de 2015

¡Puta!



Caminaba con cierta desgana delante de mí. No pasaba de 1,60 de altura pero tenía buen equilibrio en sus proporciones, tirando a delgada, con un moreno de piel que hacía pensar en sesiones de rayos uva antes que en baños de sol a la orilla del mar; el pelo, largo y teñido del consabido rubio con mechas, sujeto a medias en cola de caballo, el resto suelto. Vestía short deportivo y camiseta de tirantes negros. Por ello pude apreciar el brazo derecho casi enteramente tatuado con cerezas, flores y ramas. Se giró y brilló el piercing  en la nariz. Hace unos años pensaba que una chica que llevase ese look sería una mujer atrevida, segura de si misma, progre, liberal, independiente, con preocupaciones culturales, a la que poco importasen convencionalismos y opiniones mass media


Pero hace tiempo que me percaté de mi error. Sólo hay que ver las calles de nuestras ciudades. Y, en fin, programas de Tele5.

La chica de treinta años caminaba lentamente por el paseo de tierra en el que mal que bien gastamos zapatilla los que no queremos ser sedentarios del todo. Un hombre de unos cincuenta que hacía estiramientos en un puentecillo giró discretamente la cabeza para ver su retaguardia.  Sin glúteos, pero bien, como mandan los cánones actuales. Ella no se percató. Yo hacía unos minutos que había aminorado el ritmo para no rebasarla y apreciar la estampa. Me fijé que estaba enfurruñada, o era de gesto adusto, con ese rictus bucal de perpetuo cabreo. Sí, lo pensé, lo confieso, otra choni que va de rompedora y es una conservadora tradicional de cuidado. A veces los pensamientos que dejo a la deriva son algo prejuiciosos, es cierto. 


En esto estaba, el de cincuenta rebasado (supongo que a mí no me miró, no encajo en nada en la descripción anterior), cuando me di cuenta de que la joven no iba sola. Como veinte metros más adelante un chico de su edad con buena barriga, chándal descolorido, calva prematura y ojeras, amén de un chiquillo subido a un triciclo remedo de bici, la esperaban. El niño tendría tres o cuatro años, era muy menudo. La madre llegó a su altura, la pareja avanzó junta pero sin hablarse y el niño quedó atrás. Ella se giró y la oí por primera vez, ¡Igor, coño, no te pares, joder! A poca distancia de ellos y sin mirar abiertamente me paré en una barandilla fingiendo que estiraba los sóleos. El niño no se movía, portaba un casco gracioso y repetía el gesto enfurruñado de la madre. El padre avanzaba, desentendido de la escena. ¿Quieres venir? ¡No tengo todo el día! Como el chaval seguía en sus trece, la joven se acercó y tiró del manillar. Entonces ocurrió, y hasta yo, de vuelta de tantas cosas, me sobresalté. ¡Déjame, puta!, le gritó. Tres o cuatro años, la criatura. La madre le soltó un sopapo en toda la cara y se marchó. La pareja siguió a su aire, el niño atrás, llorando sin llorar. Yo, derrumbada. ¡No hay esperanza para este pueblo en la tierra, para nadie en esta humanidad! ¿Qué escuchará ese niño en su casa, en su ambiente todos los días? Niños de tres años que patean a sus madres y las llaman putas; madres que insultan a sus hijos (idiota, subnormal), padres que o pasan de todo o los insultan también (cabrón, fillo de puta le oí hace poco decir a un padre a su hijo de siete años en plena acera), incluso los hostian. 

Renuncio, renuncio. 

Regresé a casa con el alma herida y los ojos empañados.

Uol

domingo, 16 de agosto de 2015

Decepción



Cuanto menos dure una esperanza basada en la fantasía más fácil será asimilar la decepción.
Ulpiano Ros
  (Los cuadernos de Ulpiano Ros

miércoles, 12 de agosto de 2015

Engañar(se)



¡Si yo pudiese decir, joder, es un cabrón y me dejó tirada! ¡Debe ser muy liberador, sobre todo si te lo crees!

Uol

Engañarse: vbo. prnl. Negarse a aceptar la verdad.

sábado, 8 de agosto de 2015

Congelados



Sección de conxelados

Cando dis amor métome no frigorífico.
A carón do peixe e da masa para pizzas.
Xusto debaixo das croquetas do domingo.
A ver se así, en frío, comprendes dunha vez
o significado de respectar as distancias,
a negación que trasmite un non nos meus labios:
rotunda como un stop ou un semáforo en vermello.

Carlos Negro: Penúltimas tendencias. Ed. Xerais. 2014

Traducción al español, por Uol Free:

Sección de congelados

Cuando dices amor me meto en el frigorífico.
Al lado del pescado y de la masa para pizzas.
Justo debajo de las croquetas del domingo.
A ver si así, en frío, comprendes de una vez
el significado de respetar las distancias,
la negación que trasmite un no en mi labios:
rotunda como un stop o un semáforo en rojo.

martes, 4 de agosto de 2015

Velada



Velada en la red
no perdía detalle
del aullido

nunca lejano
del lobo solitario,
admirada voz.

Uol

Velado/a: part. : cubierto, oculto.