martes, 26 de mayo de 2015

Carta

Habitación de hotel by E. Hopper
Carta
A ti, que serás siempre La Ignorada,
a ti, que llegaste a quién sabe qué lugar
cuando yo acababa, ay, de salir de él,
o perdiste aquel tren, no sé cuál, que te hubiera traído
al centro de mi vida,
o estabas en un banco de algún parque
un día que yo no quise pasear entre las hojas verlenianas,
a ti,
por la chacarera de tu mirada que nunca he visto,
por ese corazón que desconozco y es como una playa de setiembre,
a ti, por todo lo que me habría obligado a amarte,
a ti, que me habrías amado hasta nunca,
que ahora puedes estar llorando
en la luz fría de una habitación de hotel,
o con tus hijos en el British Museum,
o ver el arco iris en una telaraña,
o piensas en mí sin saber que soy yo,
a ti, retrospectiva, condicional, perdida,
dondequiera que estés,
                                                este poema.


Miguel D'Ors: Curso superior de ignorancia. 1987.

2 comentarios:

  1. Coincide con sensaciones que suelo tener, aunque no solamente acerca del tema de conocer al amor de tu vida, sino con la posibilidad de perderte o ganarte cualquier tipo de experiencia importante por llegar o no al lugar concreto en el momento en que ha de suceder. También con el peligro de que se trate de algo malo. Empiezo los viajes con la esperanza de que las casualidades me sean favorables.

    Aunque, en el fondo, es tu actitud personal la que suele aventar los acontecimientos en el sentido que te conviene. Si has vivido cerca de miles de mujeres y no estás con ninguna, no puede ser porque no se ha dado la casualidad de conocer a la más adecuada. Algo falla en tu manera de plantearte las relaciones.

    ...............

    Por otra parte, siento escepticismo hacia la mayor parte de lo que se me presenta en forma de poesía, y consiste en no entender por qué han colocado unas frases debajo de otras, en vez de ir cada una tras la anterior, en forma de párrafo normal. No me suele parecer que cada verso tenga sentido por sí mismo, o digamos, suficiente carga de contenido, como para ir por separado. Me encanta la capacidad de síntesis que tienen G. A. Bécquer, Sabina o Serrat, pero no me parece que la mayoría de los poetas posean esa capacidad de hacer valer cada verso, de darle peso.

    Entre eso, y que muchos poemas me resultan indescifrables y, por tanto, ilegibles, suelo dormirme cuando trato de leer un poemario. Soy el tipo de lector que tarda años en terminar Las flores del mal.

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    Respuestas
    1. Soñar es esperar que las casualidades nos sean favorables.
      Dices: "Si has vivido cerca de miles de mujeres y no estás con ninguna, no puede ser porque no se ha dado la casualidad de conocer a la más adecuada. Algo falla en tu manera de plantearte las relaciones". No estoy de acuerdo con esto, pero me siento muy vaga para explicarte por qué. A lo mejor tanpoco sé hacerlo.

      En cuanto a la poesía... Quizá con sentirla, baste. No nos tiene por que gustar toda, ni entenderla, ni nada. Son sensaciones.
      Yo también me duermo leyendo poesías, o novelas, o cartas de amor. ¡Qué más da! A veces hasta producen lindos sueños jejeje
      Biquiños!!

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