jueves, 30 de abril de 2015

Felicidad


Dijiste:
Contigo siento flashes de felicidad. Son sentimientos básicos, intensos. Ráfagas que identifico con esas deliciosas cancioncillas pop de tres minutos.
Uol

domingo, 26 de abril de 2015

Trallazo



O AMOR

O amor foi
un trallazo moi forte
que rompeu a 
ventá. E quedou rota
para sempre. Eu limpei
do chan
os cristais. Corteime
con eles
en tódolos dedos.

Lupe Gómez Arto: Pornografía. Ed. Positivas (edición de 2012)

jueves, 23 de abril de 2015

Día del Libro

¡Feliz Día del Libro a todos mis lectores y a todos aquellos que disfrutamos de lo que otros plasman en sus letras!

Yo aquí estoy con uno entre mis manos, no es indirecta... pero, qué rico matarte lentamente a polvos... Infelizmente en este libro hay muertes, pero menos placenteras.
Bicos!!


lunes, 20 de abril de 2015

miércoles, 15 de abril de 2015

Gold


Música: Gold By Chet Faker, de su álbum "Built On Glass"


Me quedé ensimismada ante las imágenes de las patinadoras. ¡Le había dado al play porque me gustaba aquella canción, la voz del australiano, así que quería ver qué relataba el vídeo! Y sí, lo confieso, no atendí a nada más, ni letra ni narración: quedé pasmada ante las evoluciones de las patinadoras, porque..., amigos míos, la figura que apareció entre la oscuridad siguiendo la estela del coche invisible, la que seguía la línea central que parte en dos la carretera comarcal, esa esfinge que se mueve hipnóticamente... era YO misma. Sí,  así entraba yo en la pista de baile, con ese mismo contoneo de caderas y brazos, con esos quiebros de cintura, con esa mirada desafiante, todo eso hacía yo al penetrar en mi sangre los acordes de la canción gustosa de turno, todo eso... pero sin patines. (Por supuesto me refiero desde 00:50 a 01:00m.)

¿Puede uno descubrir a su alter ego en un salto temporal? ¿Era esa mujer mi yo años después pero con menos edad? ¿O era yo el resultado del viaje al pasado de la patinadora? Difícil cuestión. Pero el caso, amigos, es que no puedo apartar los ojos de mi misma yo evolucionando en la pantalla. No puedo dejar de adentrarme en ese baile rítmico, magnético y seductor en el que me reconozco.
Uol
 Vídeo: Gold By Chet Faker, de su álbum "Built On Glass" 

sábado, 11 de abril de 2015

Cópula

 
Édouard-Henri Avril

COPULACIÓN

A lúa adornaba
os nosos corpos, vivos
na fogaxe daquel sol.
Tan manchados.
Tan limpos.

Lupe Gómez Arto: Pornografía. Ed. Positivas (edición de 2012) 

PD: Adicado a A.F.
Uol

martes, 7 de abril de 2015

La mujer de mi vida




Tiene 55 años, dos divorcios, tres hijos. Quiere volver a casarse porque -ha dicho- ha encontrado a la mujer de su vida. Eso les ha comunicado a sus hijos, dos de su matrimonio de 16 años con Maribel, su novia de último año de instituto, su amor de apasionados encuentros en coches y descampados, la primera con la que fue de camping, despelotados en la cala perdida, oyendo el implacable zumbido del viento sobre el pinar que los ocultaba en su acampada libre y prohibida; aquélla con la que se fue de extranjis a Ibiza; la mujer que amuebló con primor el piso cutre que pudieron alquilar y que les pareció un palacio porque podían follar y comer, dormir y follar, follar y follar a rienda suelta sin ocultarse. Maribel, la que lo animó a acabar la Formación Profesional, la que pidió dinero a sus padres para montar su taller porque confiaba en sus capacidades; aquélla que lo hacía estar empalmado a todas horas, aquélla a la que pidió en matrimonio el día que cumplió 26 años. La madre de sus dos hijos mayores, dos varones sensatos, pese a todo lo sufrido con el padre; dos hombres ya adultos que lo miran con sorna y ya no con estupor cuando les dice por segunda vez que quiere casarse con la mujer de su vida. A Maribel ya no le sorprende ni duele esta negación de su participación en la historia vital de su exmarido. La partió en dos hace ya trece años, cuando Julián la abandonó sin aviso ni discusión. Decisión que la hundió al ver las lágrimas en sus hijos, al no poder dar una explicación ante aquella deserción. También entonces él acertó a farfullar que había conocido a alguien. Supone Maribel que a ella también le habrá dicho que era la mujer de su vida


A Susana la conoció en el gimnasio al que se había apuntado para bajar barriga. Ella daba clase de gimnasia de mantenimiento y step. No tuvo escrúpulos en liarse con ese hombre casado, doce años mayor, que se le insinuaba con descaro y gracia. Julián le aseguró que hasta que la conoció a ella nunca había follado igual, que el sexo con su mujer nunca había sido tan intenso y loco (ay, aquellos descampados, aquellas sesiones maratonianas de sexo en la tienda de campaña, aquel viaje a Ibiza con petas y coca). Y Susana miraba con desprecio a la legítima, esa mujer de cuarenta años que no se lo sabía hacer a su Julián, a lo mejor ni se la chupaba, sería una sosa en la cama (ay, aquel colchón del piso cutre que tuvieron que cambiar a los dos años, hundido por completo de follar día sí día también). Se fueron a vivir juntos y se casaron año y medio después, Susana preñada de su hija Sandra. Estuvieron casados seis años y ocho meses. A Susana el sexo ya no le parecía tan espectacular y Julián, un hombre aburrido. Y cuando la ocasión lo dispuso, Susana se enrolló con un chico que preparaba en el gimnasio las pruebas físicas para las oposiciones a bombero, pero lo llevaban en secreto, hasta que Julián lo intuyó y ella no lo negó. El futuro bombero le dijo a Susana que se fuera a vivir con él. Y Susana se largó con la niña a casa de sus nuevos suegros. Julián quedó desconcertado y, oh, misterio, se citó varias veces con Maribel para destilar su perplejidad y su rabia. Ella no daba crédito, y sus hijos exigieron a Julián que dejase en paz a su madre: él le había jodido la vida, no viniera ahora a llorarle, tan cabrón no sería ¿o sí?


Pensó Julián que apenas rebasados los cincuenta todo el monte sería orégano, pero lo cierto es que estaba avejentado, tampoco es que se hubiese cuidado mucho tras conocer a Susana. Enseguida abandonó el gimnasio. Se había quedado calvo y las ojeras bajo sus ojos ya eran bolsas, no nos engañemos; y por mucho que se enfundase los vaqueros y sus muñecas portasen pulseritas de cuero, su aspecto no era juvenil, o acaso fuera lo ya vivido. Otros a su edad no tenían esa cara de amargura, ese rostro de responsabilidades pesadas, de camino recorrido. Tres años de soledades, de discusiones con Susana para ver a la niña, por el pago de la manutención de la cría (¿por qué Maribel nunca le dio la tabarra con eso?) y, sí, tres años de noches en barras de bar invitando a muchachas que lo miraban con distanciamiento y sí, también a veces con desdén y repulsión. Algún ligue trasnochado, mañanas de resaca, copas y algún polvo -lo reconocía- en puticlubs más o menos estilosos. Hasta que un día conoció a Saray, treinta y cinco, divorciada, una hija de nueve años, el exmarido no le paga la pensión a la niña, trabaja en una perfumería, mona, alegre, juvenil. Me quiero casar con ella, ¿comprendéis?, es la mujer de mi vida. Hasta que la conocí a ella no supe lo que es el amor ni la pasión, ¿lo entendéis? Toda mi vida la he esperado, chicos, es el amor de mi vida.

Uol

viernes, 3 de abril de 2015

Elegido



- Yo no pedí ser el elegido.
- Yo no pude elegir. Estaba escrito.
- Viene a ser lo mismo, ¿no?
- Eso parece.
- Él mismo no pudo elegir, no pudo apartar de si el cáliz.
-¿Por qué morir por quien no lo merece? ¿Sacrificarse por quien te vilipendia, por quien te humilla, por quien te desprecia?
- Me odian por ser yo el salvado, el elegido en su lugar.
- A mí por entregarlo.
- Es que lo tuyo...
- Ya, Barrabás, ya, pero yo no decidí, estaba escrito.
- ¿Y Él? Extraña forma de salvar el mundo.
- ¿Y por qué será que los políticos nunca se sacrifican?
- Bueno, se ve que ellos en quien se fijan es en Poncio Pilato.
- ¿Y a ti los romanos no te recuerdan al BCE?
- ¿Y lo dices tú, Judas?
- ¡Es que mira que le bailaron la cuerda a los fariseos! ¡Qué odio el de los fariseos, el de los sacerdotes! ¡Como se les acababa el chollo...!
- No hablemos, no hablemos... Él se sacrificó por la Paz, y mira a sus representantes: guerrearon, conquistaron, asaltaron, sometieron, quemaron, violaron, mataron... todo en su nombre, ¡qué desatino, qué incoherencia!
- Pero yo no tuve elección, estaba escrito.
- ¿Eso te dijeron? ¿Y si fue una gran mentira?
- ¿Cómo?
- ¿Quién te dijo que eras tú el señalado?
- Pues no sé, lo decían por ahí, me lo creí.
- Judas, te lo crees todo.
- Es que mola ser el elegido.
-Pues apanda, nuestros nombres perdidos para el mundo.
-Tampoco eran tan feos... Barrabás, Judas.
-Pues no. Pero está hecho.
- Está.
-Quo vadis, domine?
- Ad Romam.
(Véanse reflexiones sobre Judas Iscariote aquí)

Uol

jueves, 2 de abril de 2015

Notas de Diario (II)



Distancias

Siento que envío mensajes al espacio interestelar y no llegan, no llegan. Como en las viejas pelis. Mis palabras atravesando galaxias. Y no hay un receptor que las descubra, que las comparta. Que diga, "he aquí una humana necesitada de orejas intergalácticas". Mis pobres palabras enviadas en el fondo de una botella que no consigue atravesar el océano hasta una orilla distante. Bah, Lou, ¡qué más da! Si hablas para ti misma, para no enloquecer, mientras este cuerpo que es tu envoltorio hace su trabajo. Pero la verdadera Lou, como una extraterrestre, vive en tu interior, maquinando, maquinando...
¿Hay alguien más ahí?

Uol

Cuando perdemos a alguien que amamos, nuestro luto también lo hacemos por aquel que fuimos con esa persona, y que sin ella ya no pudimos ser. Un luto por otro siempre es, además, un luto por uno mismo. (Eliane Brum )