miércoles, 31 de diciembre de 2014

Quiero besarte





QUIERO BESARTE

Hey, no me digas nada,
lo veo todo en tu mirada,
estás intentando irte
y yo deseo conseguirte.

Quiero, quiero, quiero besarte,
quiero, quiero, quiero besarte,
quiero, quiero, quiero besarte.

Hey, siéntate a mi lado,
hey, me gustas demasiado,
estoy nervioso y excitado,
nena, no me dejes colgado.

Espera, no te vayas,
quédate un momento,
déjame explicarte,
porque te estás confundiendo,
sólo quiero conocerte y
pasármelo bien.

Ven, dame la mano,
nadie nos estorba,
hoy no hay nadie en casa
y me encuentro muy en forma,
deja que te quite la ropa,
no apagues la luz.

Quiero, quiero, quiero besarte,
quiero, quiero, quiero besarte, nena,
quiero, quiero, quiero besarte.

Me gusta cómo miras,
me gusta cómo vas,
tu piel y tu sonrisa,
tu manera de hablar,
querías irte
y ahora estás aquí,
me alegro mucho,
de verte tan feliz.

Por eso quiero, quiero, quiero besarte,
quiero, quiero, quiero besarte,
quiero, quiero, quiero besarte.

Por eso quiero, quiero, quiero besarte,
quiero, quiero, quiero besarte, nena
quiero, quiero, quiero besarte.


Música: "Quiero besarte", del album Rock and roll (1979) by Tequila.

"Dime que me quieres", del álbum Viva! Tequila! (1980) by Tequila.
 
FELIZ AÑO 2015 CON BESOS...POR TODAS PARTES!!! ¡QUE EMPECÉIS CON MUCHO CACHONDEO BIEN EL NUEVO AÑO!

martes, 23 de diciembre de 2014

CUENTO DE NAVIDAD



Dos son mis recuerdos iniciales de la Navidad. Los dos tienen que ver con la desilusión y el renacimiento.

En el primero, mi hermano Mateo, el que me precede, me despierta en la noche de Reyes para que compruebe con mis propios ojos que los Reyes Magos no existen, y que papá y mamá, a oscuras y a escondidas, son los que depositan sobre mis zapatitos de niña buena los regalos que he pedido, que nunca son los del catálogo, sino otros similares que han encontrado en el bazar del pueblo grande. Ya os he contado que en casa de mis abuelos los parientes iban y venían, instalándose a conveniencia. Y en plenas fiestas navideñas la casa estaba a rebosar, por lo que yo tenía que compartir cuarto con mi hermano Mateo, seis años mayor que yo. Los dos mayores compartían otro, aunque el mayor ya estudiaba fuera y sólo venía por vacaciones. ¿Cuántos años tenía yo entonces? ¿Cuatro? Sé que fue antes de ir al colegio, porque ningún párvulo que empezase en la escuela se libraba de que le aclarasen los de Primero quiénes eran los adorados Reyes Magos. ¿Por qué Mateo me despertó? ¿Qué sentí yo? No puedo responder a ninguna de las dos preguntas. Ni siquiera le dije a mis padres que YA lo sabía todo. Fue Mateo quien lo cantó. Recuerdo que observé la escena en silencio y me negué a levantarme para mirar los paquetes cuando ellos se fueron de puntillas a su habitación. No lloré, no me sentí triste. Asombrada acaso: otra cosa más que no me explican. ¿Por qué no responden a mis preguntas? ¿Y por qué me responden cuando ya no me interesa?

Desilusión. Y Renacimiento. Si mis padres me hacen regalos, ¿podré pedir cosas que necesito sin que sea Navidad?
Porque yo pronto admití que necesitaba cosas: cuentos, libros, historias, ¡no podía esperar a Navidad!

Como la pequeña de toda familia, he heredado juguetes, ropa, libros y con el tiempo cassettes y discos. Pero como sabéis, me preceden tres varones. Eso no supuso problema alguno para mis padres. De Mateo heredé jerseys de lana con ochos y rombos, algún pantalón de peto y bufandas y manoplas (casi siempre desparejadas, porque para él era imposible no perder un elemento del par). Os he contado que a mí nadie me esperaba y que a mi madre sólo se le pasó el disgusto de ese embarazo tardío al parirme, una niña al fin. Pero eso no significó que me llenara de lazos y puntillas. Los vestiditos estuvieron bien mientras se me veían las braguitas de ganchillo y lazos rosas, después se aprovechaba lo que había. Hasta que crecí un poco y ya no pude heredar nada más.

Pero llegaban los Reyes, y papá y mamá me regalaban muñecas. No la Barbie, que no me gustaba nada porque era diminuta y no la podía abrazar, achuchar ni caminar con ella de la mano. A mí me gustaban los muñecotes grandes, y los  peluches. Y, para qué negarlo, me pirraba por los coches de mis hermanos. ¡Cuánto jugué con el coche policía y con el de los bomberos! Carreras, derrapes, choques con vueltas de campana... 

Coches de policía y ¡¿bomberos?!

Pero, ay, mi favorito era... el camión excavadora, aquella excavadora de plástico amarillo con su pala. ¡Toneladas de arena debió remover aquella pala excavadora! Me pasaba la tarde jugando con aquellos coches que ya Mateo había heredado destartalados. 

Pala excavadora

Pero al llegar la noche -era yo entonces aún una parvulita- colocaba a todas mis muñecas en fila en la cama de al lado, las acostaba para dormir. Se me humedecen los ojos cuando lo pienso: ¿Qué sentiría mi padre cuando ayudaba a arropar con trapitos a las muñecas de su niña pequeña? Mi padre es de otra época. Y arropaba conmigo a mis muñecas, lo estoy viendo ahora y un nudo de emoción me brota en la garganta; las tapábamos, yo les daba besitos de buenas noches y él me ponía el pijama, comprobaba que las sábanas no estuviesen frías (mi querido papá calentando en invierno una a una las sábanas en la estufa) y me arropaba a mí. Después venía mamá. ¿Qué miedos la atenazarían cuando me rezaba cancioncillas de protección? Fui una niña valiente de día, cómo no con tres hermanos trastos, pero miedosa de noche. Demasiadas sombras en la noche, sonidos de animales, manchas en el techo, serpientes bajo mi cama, cielos que son mares, rocas que son algas.



Resignación. Y renacimiento. Mi segundo recuerdo de Navidad fue mi frustración ante la imposibilidad de comer turrón duro. Se me habían caído los dientes de leche, y antes el turrón no venía precortado, era muy grueso y duro. Mamá me compró turrón blando. Soluciones. Salidas. Tardé años en volver a probar el duro.

¿Turrón duro o blando?

La Navidad es siempre la ilusión de un libro y la visión borrosa de mis padres calzando a mis sueños.


Felices fiestas para los niños que un día fuisteis! Y para los adultos presentes, amor, salud y suerte!
Bo Nadal! 

Uol

Por cierto, pequeña encuesta:

¿Sois de polvorón o de mazapán?
¿De turrón duro o blando?
¿De Papá Noel o de Reyes Magos?
¿De árbol o de Belén?
¿De bici o de patines?
¿De champán o de sidra?

sábado, 20 de diciembre de 2014

LLega el invierno




Va a llegar el invierno

Va a llegar el invierno. Otra vez el invierno.
Y me encuentra lo mismo que otros años:
otra vez sin dinero, sin esplendor, sin patria.
No es mi casa esta casa. Me permiten las calles.
Me han prestado el camino para que colabore,
para que participe, y el festín es amargo.

Tan sólo los aromas, los sueños, las canciones,
semejan un momento propiedades auténticas.
Y es porque quien respira y pasa, algo que se lleva,
algo le corresponde de los dones efímeros.

Nada más. Nada menos. Pasar por contar algo.

Va a llegar el invierno. Otra vez el invierno.
Y yo como si nada. Y yo como si todo.
Me esfuerzo en lo que pocos y obtengo solamente
ese dulce cansancio de la tarde abnegada.
Amo lo bello inútil. Entended mi pecado.
No tengo más poder que el de la dignidad,
que es tan sólo orfandad. Pero ¿es esto un poder?

Unos dicen: "Sus cosas..." "es tan raro", "no quiere",
"si quisiera...". Y no saben que no puedo querer.
Dicen otros que valgo, que sirvo. Y se equivocan.
Se equivocan. No sirvo.

Ahora que estoy solo
y es un tiempo de invierno ―otra vez el invierno―,
es tiempo de decirlo. No sirvo. Se equivocan.
Yo sé que se equivocan. Yo no me equivoqué.
Pequé, perdí, caí, más no me equivoqué.

Va a llegar el invierno. Otra vez el invierno.

Belleza de lo inútil. Si a ella sólo sirvo,
sé que no serviré jamás en otra cosa.


Alberto García Ulecia: Poesía. Antología 1964-2003.

 

martes, 16 de diciembre de 2014

Bicicleta, velocidad y música




Se lo había robado a mi tío el guaperas: el walkman con los cascos. Dentro había una cinta, por supuesto. Me subí a la bici, ¡ya no usaba ruedines! y me lancé por la cuesta de la perdición. Yo era valiente y ya no era insalvable la cuesta aquella; me lancé como una diosa sale de las aguas: con confianza y determinación. La música sonaba, sonaba y yo no tenía ni idea de lo que allí decían, serían melenudos de ésos que mencionaba mi abuela. Pero la bicicleta volaba, volaba cuesta abajo, y yo sentía el viento en la cara, velocidad y viento, velocidad y música. Y supe que ésa era la sensación que debía despertar la música - cualquier música-  en la piel: vértigo, adrenalina, vello erizado, brisa en la cara, melena al viento. Siempre buscaría esa sensación. Y desde ese día Eye in the Sky es el himno de la velocidad en la vencida cuesta de la perdición.

No fui niña de despellejarse las rodillas, no, sólo el corazón.
  
 Uol



Música: Vídeo subtitulado en español de Eye in the Sky by The Alan Parsons Project (1982).

domingo, 14 de diciembre de 2014

Domingo




Bueno, después de la marcha de ayer (véase en este blog Sábado), lo mejor para curar los excesos es algo de relax.
(Próximamente saldrá una entrada -reflexión tipo desbarre de las que suelo hacer-, en este caso sobre ciertas tonalidades graves de la voz de algunos varones que me ponen turulata, o lo que es lo mismo, disparan mi imaginación hacia el infinito y más allá y humedecen mis bragas, ya sé que decir esto es poco fino, pero una abarca muchos registros :-P  )

Esto viene a cuento por la voz del muchacho del siguiente vídeo, que tú lo oyes por la radio y dices madre del amor hermoso, si me susurra a la oreja me desbragueto. Luego lo ves, y mira, aquí no se te hundió la fantasía. (No, no es el actor del vídeo, es el que sale en la barra del bar, jiji)

Hala, ¡toma remedio para resaca!:


 Vídeo: Waves, by Mr.Probz.

sábado, 13 de diciembre de 2014

Sábado

Black Veil Brides
Hala, un poquito de marchuqui, que es sábado noche.




Lo bueno de los metálicos es que no tienes que pensar qué te pones (vestir, ¡eh!) el sábado por la noche. Lo malo es que están muy flacuchiños. Mi madre les daba a todos un cocido galego ;-)

jueves, 11 de diciembre de 2014

domingo, 7 de diciembre de 2014

Los domingos, Cachitos


Desde hace tiempo, los domingos por la noche tienen para  mí un nombre: Cachitos

No, no es el apodo de un cachimán que me conceda audiencia cual rodríguez para alegrarme el final de la semana, aunque sí sucede eso: las risas, las carcajadas espontáneas, se hacen notar, afloran libremente. Te vas a cama con una sonrisa en los labios y una tonadilla (cada uno la suya) en la cabeza.

No, no es un programa erótico, aunque el erotismo brote aquí y allá, sin disimulo ni pudor. Y qué bien lo mostraban en épocas pretéritas, pícaras a veces, procaces otras, divertidas todas.

No, no es un programa de ciencias, aunque se apellide De hierro y cromo. Y sí, están representadas las ciencias del buen hacer y del mejor participar.

Es un programa de RTVE. Es un programa de música, de la historia de la música en @rtve en España, una joya del archivo de la televisión pública (@La2_tve y @Radio3_rne) conducido por @VirginiaDiazR3. Disfrutamos ahora de la segunda temporada. Pero también es un archivo vivo de modas, tribus, estilos musicales, letras inverosímiles, puestas en escena descojonantes y, sobre todo, un viaje a la memoria personal de cada uno, desde los años 60 a la actualidad. Cada persona reconoce las canciones que le hicieron vibrar en su niñez o juventud y las revive, y con las que no le corresponden se parte de risa, les rinde honores o las anota en su agenda.  

En Twitter @cachitos_tve nos divertimos comentando cada programa, aportamos sugerencias de temas y grupos e intercambiamos confiencias.

Hoy  Cachitos de hierro y cromo  va a ser muy loco #CachitosLocos. Y como a mí a loca no me gana nadie, aquí estoy preparando el vestuario con el que recibiré en mi salón a esos loquitos (Deseando estoy ver el cachitos Me Gusta El Negro, ahí lo dejo).
 
Vestuario Cachitos

Uol Free se prepara


Me gusta el negro



Os dejo aquí dos que me han divertido mucho. Uno es "Moda Pop" y el otro "Delirio Valerio Lazarov". Este último es pa morirse jajaja, este hombre fue mucho, él y su zoom (y el ballet Zoom of course!). Para verlo cuando estés de bajón. 
Y ya cuelgo el de "Inspiración y locura". Que os divirtáis. 

Nos vemos los domingos a las 22:00h en TVE2.
Cachitos Moda:

Cachitos Lazarov:
"Inspiración y locura"

miércoles, 3 de diciembre de 2014

La belleza de la estatua



 
La belleza de la estatua
Hay bellezas que sólo muestran su plenitud en la quietud de una estatua, atrapadas en su movimiento congelado; o desde la mirada penetrante de una foto, desde la inmovilidad de un retrato. Son las que pierden todo su encanto en cuanto se agitan, gesticulan y hablan. Es el drama de la belleza estática. 


Su opuesto es la belleza dinámica, la que aflora en un rostro o un cuerpo en cuanto se pone en movimiento, como el reloj que cobra vida al darle cuerda, el resorte que pone en marcha la belleza cinética de lo que es algo más que una efigie sin alma.

Belleza estática