viernes, 1 de noviembre de 2013

Amarilla






Él le dijo que era su amarilla.
Y le regaló el libro.

A ella le interesó la parte de la muerte.
Y entonces, como un flash, lo supo.
Hubo tres muertes.
Una madre perdió a su hija-niña.
Una hija-adolescente perdió a su padre.
Una joven perdió a su amiga.
Sólo quedaba perderse ella.

Ésos eran sus temores.
Ya ha sufrido dos pérdidas.
Una queda, no más,
y después, sólo entonces,
ella también partirá.

Quizás sí, quizás él fuera
su amarillo.

Lou

Amarillos: Dícese de aquellas personas que cambian algún aspecto de tu vida casi sin conocerte. Y, sin saberlo, te dan fuerza para luchar. Se encuentran entre los amigos y los amores. No es necesario verlos a menudo ni mantener contacto con ellos. La forma de relacionarse con los amarillos es el cariño, la caricia y el abrazo. Consigue privilegios que antes estaban en posesión sólo de la pareja.


2 comentarios:

  1. Leí el libro hace años, precioso.
    Aunque a mí lo que me llamó la atención fue otra parte, de la que oí hablar al autor en una entrevista en radio(3).
    Bienaventurados quiénes cuentan con un amarillo y su cariño, caricias, abrazos...
    Un abrazo y gracias por traernos siempre bellas obras reseñadas con tan bellas palabras.

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    1. Bueno, yo soy muy escéptica ante estas creencias o conjeturas, pero en ocasiones non es tan importante lo que uno crea sino lo que uno es para otros.
      Abrazos!

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