porque el que pide, espera.
Se reniega de la soledad, manifestándola:
porque, lo que es expresado, se comparte.
Se contradice el silencio, si se explica.
Y aun si no se explica:
porque, el silencio, si se le atienda, habla.
Ana Rossetti: Punto Umbrío (1996)
Realmente una reflexión muy profunda. Y después de meditarla como se merece, quizás muchos lleguemos a la conclusión de que no estamos tan desesperados, solos o callados como nos parecía.
ResponderEliminarEso, seguro, Belkis. Tenemos manos amigas; pero a veces parece que nos cuesta pedir una mirada, un momento, un poco de atención. Siempre he pensado que tan malo es pedir mucho como no pedir nunca nada.
EliminarUn abrazo!!!
Interesantes, cálidas y alentadoras palabras.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con la autora y con Belkis: No estamos tan solos.
Y añadiría algo más: Nuestra felicidad está condicionada por circunstancias ajenas, pero también depende, y mucho, de nuestra actitud.
Un abrazo
La actitud y las expectativas, querido Vlixes. Pero sí, hay que perseverar.
EliminarUn abrazo.