viernes, 31 de mayo de 2013

Gruyère

 - ¿Y tú con el tuyo, qué?
- ¡Oh! Ése es un verdadero queso Gruyère: mantiene un montón de cuartos abiertos por si acaso.




Uol

domingo, 26 de mayo de 2013

martes, 21 de mayo de 2013

Pies



 Se los miraba y le parecieron muy chiquitos en unos pies grandotes y algo anchos. Se fijó en sus pies. Pensó que así serían los de los antiguos primates. Él negó riendo y adió, como quien no quiere la cosa, que los monos hacían verdaderas virguerías con ellos.

En la próxima ocasión que se dio, lo hizo. Se tumbó en sentido contrario a él y le atrapó con las plantas de los pies su polla erguida. Él dio un respingo y abrió los ojos. Pero las pupilas taladradoras de ella lo tranquilizaron. Se dejó hacer. Ella hizo rodar la polla entre el hueco de sus pies enfrentados, como una mona. Estuvo un ratito. Pero él seguía nervioso. Nervioso-bueno. Después dejó esa rotación y atacó con la boca.

Más tarde él le dijo mientras le mordisqueaba la oreja, no sé qué blogs estarás leyendo tú últimamente…

No le aclaró que el blog lo tenía ella en la cabeza.



viernes, 17 de mayo de 2013

Perspectivas

    
      

             8
Un repoludo gaiteiro,
de pano sedán vestido,
como un príncipe cumprido,
cariñoso e falangueiro,
entre os mozos o pirmeiro
e nas siudades sin par,
tiña costume en cantar
aló pola mañanciña.
-Con esta miña gaitiña
ás nenas hei de engañar.


 Sempre pola vila entraba
con aquel de señorío;
sempre con poxante brío
co tambor se acompasaba;
e si na gaita sopraba,
era tan dose soprar,
que ben fixera en cantar
aló pola mañanciña:
-Con esta miña gaitiña
ás nenas hei de engañar.


Todas por el reloucaban,
todas por el se morrían;
si o tiñan cerca, sorrían;
si o tiñan lonxe, choraban.
 ¡Mal pecado! Non coidaban
que c'aquel seu frolear
tiña costume en cantar
aló pola mañanciña:
-Con esta miña gaitiña
ás nenas hei de engañar.


Camiño da romería,
debaixo dunha figueira,
¡canta meniña solteira
"Quérote", lle repetía...!
I el ca gaita respondía
por a todas emboucar,
pois ben fixera en cantar
aló pola mañanciña:
-Con esta miña gaitiña
ás nenas hei de engañar.


Elas louquiñas bailaban
e por xunta del corrían
cegas..., cegas, que non vían
as espiñas que as cercaban;
probes palomas, buscaban
a luz que as iba queimar,
pois que el soupera cantar
aló pola mañanciña:
-Ó son da miña gaitiña
ás nenas hei de engañar.


 Nas festas ¡canto contento!
¡Canta risa nas fiadas!
Todas, todas, namoradas,
déranlle o seu pensamento.
i el que, de amores sedento,
quixo a todas engañar,
cando as veu dempois chorar,
cantaba nas mañanaciñas:
-Non sexan elas toliñas:
non veñan ó meu tocar.  








             10

"Quíxente tanto, meniña,
tívenche tan grande amor
que para min eras lúa, 
branca aurora e craro sol;
augua limpa en fresca fonte,
rosa do xardín de Dios,
alentiño do meu peito,
vida do meu corazón".
Así che falín un día
caminiño de San Lois,
todo oprimido de angustia,
todo ardente de pasión,
mentres que ti me escoitabas
depinicando unha frol
porque eu non vise os teus ollos 
que refrexaban traiciós.
Dempois que si me dixeches,
en proba do teu amor,
décheme un caraveliño
que gardín no corazón.
¡Negro caravel maldito,
que me fireu de dolor! 
Mais, ao pasar polo río,
¡o caravel afondou...! 
"Tan bo camiño ti leves
como o caravel levou" 

 Rosalía de Castro: Cantares Gallegos.(1863)

Celebrando o 150 aniversario da súa publicación e o 50º da instauración do Día das Letras Galegas.

 
 

 

lunes, 13 de mayo de 2013

Equitativo



Decidieron establecer unas normas, pues ambos deseaban que aquello funcionase.
− ¿Y entonces ?−le preguntó ella.
− Yo bajo la basura, lavo el coche y voy a las reuniones de la comunidad.
− ¿Quéee?
− Bueno, vale, y te follo.


Equitativo: adj. Que tiene equidad  (Disposición del ánimo que mueve a dar a cada uno lo que merece)

Uol 

jueves, 9 de mayo de 2013

Renuencia



− Entonces ¿vas a venir?

− No suelo acudir a esos sitios.

− Será divertido.

− Bueno, no sé…

− Si quieres, te voy a buscar.

− No hace falta, de verdad. Gracias.

− Anda, anímate, te distraerás.

− No sé…

− ¿Entonces?

− Ya veré… a lo mejor.

− Si no puedes hoy, podemos quedar otro día.

− Ya…

− ¿Qué hacemos, pues?

− Es que no sé si podré.

− ¡Venga! 

− Bueno, si eso ya te aviso…

− Tienes que venir.

− Ya veremos...


(Renuencia: s. f. Repugnancia que se muestra a hacer algo)

Uol